jueves, 17 de mayo de 2018

Los verdugos

¿Esperabais que fuesemos de otra manera?
el hambre
la humillación
los padres crueles
- por incapaces de alimentarnos-
los ojos vacíos de cada amigo sin amistad,
el frío a través de ropa con mil ojos.
El frío del alma,
el tránsito de la incomprensión a la furia,
y de la furia al odio,
a un odio que,
difuso,
buscaba víctimas.

Necesitabamos culpables
Odio que nos hiciera olvidar los estómagos vacios
Necesitabamos sueños redentores,
tablas rasas,
sangre que beber para olvidar...

¿Cómo no iba a pasar lo que pasó?

¿Y 

decís

que la culpa fue solo nuestra?

Vosotros, 
cínicos embotados,
mudos castrados,
mirasteis hacia otro lado,
metisteis las cabezas en vuestra tierra
hecha de alcohol, excesos y sordida ceguera,
Ignorasteis los lloros.

Ahora, gritad.