miércoles, 29 de septiembre de 2010

Raro momento perfecto. U2 en San Sebastian. Anoeta, 26 de septiembre de 2010







Se sabían dioses, y estuvieron a la altura de su mito. El día anterior se habían cumplido 34 años desde que 4 chicos de Dublin se reunieran en casa de Larry Mullen Jr y formaran la que, con el tiempo, se convertiría en una de las tres bandas de pop-rock más populares de la historia, junto con los Beatles y los Rolling Stones. Cumplieron años, y el regalo nos lo hicieron a nosotros. Protegidos por la zarpa se notó que sabían qué dar, y cómo darlo. Y tras abrir con it's a beautiful day, trazaron una sabia panorámica, tan sutilmente trazada que, sin darnos cuenta, dejamos que hicieran con nosotros lo que quisieron, que fue hacernos felices y convertirnos, a todas y cada una de las 40.000 almas congregadas, en una sóla, en paz, sin rencores, serena, feliz, recordando y recordada el segundo que acabó el concierto. El orden que siguieron no fue el cronológico, sino el que pedía cada estado de ánimo creado, y así fueron desfilando, para quedarse en retina y corazón para siempre, Miss Sarajevo, I still haven't found what I'm looking for, One, Sunday bloody sunday, Mercy, Where the streets have no name, un mítico with or without you, spanish eyes.... Los 4 recorrieron escenario y foso con la sincronía de quien sabe que ha conectado con el público, e hicieron uso de esa absoluta, palpable e ínsita convicción para movernos, pero no sin orden, sino como se mueven las bolas que dentro tienen nieve: para crear una escena perfecta, que ya queda dentro. Una cosa menos, una cosa más. Gracias, Javi y Maca, por la oportunidad, fruto de la amistad.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Lo que es la técnica

Lo que es la técnica: aquí estoy dictando a un ordenador, y el jodido está realmente haciéndome caso. Aunque la belleza de que las palabras salgan directamente del alma al papel es difícilmente superable. Supongo que me acostumbraré

viernes, 17 de septiembre de 2010

China interior


Alguien que me importa mucho me ha puesto de manifiesto que escribo sobre mi mes en China como un testigo o cronista: más o menos divertido, más o menos curioso, más o menos admirado, pero que a fecha de hoy todavía no he escrito sobre la huella de China en mí. Son las nueve de la noche, sigo en el curro, he aprovechado para colgar una canción que me encanta, y me pongo a pensar sobre lo dicho. Y es que este viaje no ha sido un viaje. Ha sido una vuelta a una época en que todo era más fácil. Me he hecho volver a clase; he conocido a gente alegre, inteligente y, por todo ello, divertida y llena de confianza en la vida y en el futuro. Y las ganas de vivir, afortunamdamente, también se contagian. Y con una enfermedad así el cielo es más azul (por mucho smog que haya), las cosas son más bellas, el pato sabe mejor, las sonrisas son más grandes y el mundo es a la vez más pequeño y más grande y genial. Miro hacia atrás y me veo saliendo del edificio 17, a encontrarme con Daniel, silvia, Susana y Constantina para ir al parque del Templo del Cielo a ver el atardecer. Me recuerdo con shorts, sandalias y una de mis camisas de italiano trasnochado -que diría Esther-; recuerdo cómo me sentía, y me sentía pleno. Dios debe tener guardada por ahí una máquina de producción de partículas de felicidad por irradiación, y este agosto la dirigió a la habitación 519 del lou 17. Y acertó de plano. Y cada cosa que pasaba era maravillosa, única, y quedaba en la memoria, debidamente procesada y guardada para ser rescatada en futuros momentos menos buenos -que vendrán, como siempre-, momentos en que necesitaré recordar el lugar, la gente y las coyunturales sensaciones de feliicidad plena, de que el Tetris estaba completo, de que todas las piezas habían caido maravillosamente, todas y cada una, en el mejor de los sitios, y que el premio recibido era sabia, calma, omnicomprensiva y rara paz. Y eso, señores, es felicidad. Y como toda la felicidad, hay que compartirla con quienes quieres, aunque sólo les conozcas de comentarios puestos en este remedo de blog. Y por eso escribo: para compartir con mis amigos lo bueno y lo no tan bueno, el conjunto de todo lo cual, que diría aquel, es la vida.

Vetusta Morla en la casa encendida. "Año nuevo"

Poco que decir. Todavía queda esperanza para que sobreviva la armonía que, escondida, a veces asoma la cabeza entre letras y músicas como esta.

jueves, 16 de septiembre de 2010

el mejor viola del mundo

Quien me iba a decir cuando de bebé lo tenía sobre mis rodillas que llegaría a estar entre los números uno del mundo. decenas de premios y concursos internacionales, sus cuitas se limitan a decidir si Julliard o Berkley y le han puesto matrículas gente como Baremboin o Zuckermann (pronunciar "Pincas", no Pinchas). y encima el jodío es guapete (envidia cochina, la mía). Parece que estos días toca en el Carnegie Hall, según deduzco de sus palabras, así que, aunque no podré ir a verle, sí espero abrazarle en breve en la gran manzana. Pedazo músico y pedazo persona, Jesusete

Noam Chomski


Tuve que viajar hasta Pekín para escucharle. Y valió la pena. aunque se cortó con la vena anarquista que tanto le caracteriza y pecó de excesivamente moderado, estaba ahí, delante mío. Y no pude evitar saludarle, a lo que reaccionó con la educación de quien está acostumbrado a que frikis de todas las edades y colores le aborden. En este caso me costó un poco sortear a los policías chinos pero, cabezón que es uno, lo logré. La pena es que no tenía ningún libro para que me firmara. Frases míticas como la de la necesidad de poder maravillarse para avanzar dijo unas cuantas, de las que daré debida cuenta en su día. Por ahora, un admirado homenaje a uno de los p ocos monstruos del siglo XX que no ha decidido todavía morirse de asco en este XXI que veremos cómo va.

instantáneas con mi iphone (1)

La verdad os hará libres. Cajero automático de Sevilla


Me los encontré, a él y a su obra, en el paseo marítimo de Torre del Mar un atardecer de invierno. Y desde entonces, no les he abandonado. La poesía sencilla que, precisamente por su sencillez, llega directamente a cada uno de nosotros y cambia cualquier lugar donde sea leída


El chico ciego estaba literalmente mesmerizado ante la música del violinista del metro. No se movían ni él, ni el perro labrador, y el músico seguía tocando. Y durante los 4 minutos que duró la pieza, los demás dejamos de existir: para ellos y para nosotros mismos porque nos convertimos, todos, en espectadores de un cuadro único, irrepetible. Y durante esos 4 minutos no hubo en el mundo más belleza que la que salía de su violín, música que, del corazón, era hecha sólo para una persona.

Lauticia




Pequeño paréntesis de Pekín a Ciudad Real para recordar con cariño a una persona y un sitio excepcional: Felipe y Lauticia. Una persona y un bar que, más que bar, es uno de esos lugares seguros donde te sabes tranquilo, en paz y donde hay alguien que te dará alimento, conversación y cariño. Una pena que no esté en Madrid, donde, a mi juicio, debería estar. Pocas cosas había mejores que la puesta de sol con Belén, Jose Manuel y Felipe alrederor de un vermutito con selz, unas gambas rebozadas -vulgo "crustáceos" para nosotros- y la eterna sonrisa de quien era capaz de servir quinientos platillos en una tarde, dar mil conversaciones y hacerse querer ecuanimemente pro todo tipo de gente. Espero que sigas ahí, Felipe, porque eres la única institución verdaderamente necesaria de toda una región de España

Las tres grandes ceremonias chinas: la ópera del Chang'an, el espectáculo acrobático del Tiandi y el té del Laoshe

La ópera china es distinta. No es que, como el particular patio de mi casa, se moje como los demás, sino que es una mezcla de ópera, estridencia, coreografías bélicas, color y sincronía única. Y si es en el Chang'an, el sitio de ellos, la cosa gana muchísimo (aunque ganaría más si los melómanos hicieran los comentarios en el entreacto, y no durante las representaciones).


El mejor espectáculo de acrobacias que he visto nunca: tan perfecto que tienen que forzar (creo) que algún detalle salga mal para devolvernos a la real complejidad de lo que estamos presenciando: en mi vida he visto una ejecución tan limpia y perfecta que parezca tan liviana.


Al final hubo que hacerlo y asistir: prescindible, pero típica...

paréntesis sino-jurídico-mercantil: Foreign Invested enterprises (FIE's) y Joint Ventures (JV) en China: nuevas perspectivas

Es tradicional -y necesario, por otra parte- tirar principalmente de Joint Ventures (JV), empresas participadas o Foreign Invested Enterprises (FIE's) para hacer negocios en China. De tal modo que el esquema básico para hacer un buen negocio en el país del dragón sería:

a) seleccionar, registrar y publicitar previa (y debidamente) el producto
b) encontrar un intermediario (no en el sentido occidental) que nos acerque al empresario chino y le comunique confianza, tirando de Guanxi
c) Negociaciones de participación en producción, beneficios, costes... (puede tardar -y tardará- meses)
d) elegir la forma mercantil del proyecto (FIE o JV)
e) proceso burocrático de registros, licencias y permisos

Pero una vez hecho, el producto, la personificación jurídico-mercantil nos va a dar bastante la lata: desde la necesidad de mandar alguien de toda confianza para que supervise todas las fases de los procesos productivos pasando por las cuestiones de import-export, propiedad intelectual.. hasta la propia posibilidad de aprovechar coyunturas económicas malas del socio extranjero para hacerse con la empresa. Recientemente, el Tribunal Supremo chino, siguiendo con el proceso de juridificación inherente a la presente fase de asentamiento positivo, dictó, con efectos desde el 16 de agosto, las "Provisions of the Supreme People’s Court on Several Issues Concerning the Trial of Disputes Involving Foreign-Invested Enterprises,”. A través de las mismas se intentan regular cuestiones como la validez de los contratos en los interregnos, eficacia de licencias e inscripciones registrales o, last but not least, plazo que tiene el socio de la Joint Venture para ejercitar el derecho de tanteo sobre las partipaciones del socio que quiere vender las suyas -para evitar forzar la inmediatez del mismo, con la consecuente imposibilidad de aquel para reunir el dinero y que solapadamente se permita la entrada de otr socio en la JV-. A ver qué pasa con la implementación de estas últimas resoluciones por el Ministerio de comercio y los operadores mercantiles

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Instantaneas de comidas en China

Pato a la cantonesa (no a la pequinesa, ojo) con alacranes. Pasado Qianmen Dajié

Pato a la pequinesa (éste sí) en un hutong pegado a Tian'an men: famoso, pero nos dejó un poco descontentos.

Fideos de té verde con sopa fresca a la norcoreana: deliciosos, dulces, refrescantes y únicos.

Pato en el Quanjude. Una de las cosas a hacer en Pekín, por mucho que se haya convertido en una atracción turística más.

Sushi (soft shell crab sushi, i.e., cangrejo de caparazón blando tempurizado) en el japonés del Conference Center de la BLCU: costó 2,5 euros y estaba tan bueno como el del wasabi del Taj de Bombay, sólo que costaba 20 veces menos, literalmente.

reflexiones a raíz de otra comida "rápida"

Aquel hoy me había apetecido escaparme solito al puesto de dumplings, pedirme un recipiente de Saolong y, junto con una Tsingtao, empaparme unas cuantas definiciones de chino de negocios. Y a la vez que intentaba buscar una imagen nemoténica para recordar el esencial concepto de Guanxi (relaciones humanas y contactos que subyacen, preparan y posibilitan cualquier relación de negocios en China), pensaba que los chinos han comprado tres cosas: el capitalismo, el progreso y una suerte de transición democrática que, cuando menos, se debe calificar de inteligente y más que oportuna(quien inventó eso de "engañar como a un chino" era, probablemente, un resabiado al que habían tongado). Y los han comprado a capón, pagando en líquido, a fuerza de billetes y sin préstamo o hipoteca alguna. Es impresionante cómo han hecho cambiar Pekín en tres años para los juegos olímpicos, como varían ríos, restauran ciudades enteras y crean campus tecnológicos a fuerza no de yuanes, sino de los dólares y euros que han ganado en América y Europa. Y por si fuera poco, los tíos van, nos compran casi toda la deuda pública y nos dan otro (quizás el último) balón de oxígeno a la espera de ver si nos echan o no del SME. Con los chinos está pasando como con la Thyssen, que había que ponerles a ambos una medalla: a la Thyssen por traerse a Madrid la cole del Heini, y a los chinos, por salvarnos el trasero financieramente. En fin, que a veces no se ni qué pensar, salvo que son un pueblo curioso, combinación de mente colmena, fe en el devenir y el dejarse llevar por el fluir de los acontecimientos, y un peculiar orden fruto de la necesidad de convivencia.

cómo trabajamos en España

Real como la vida misma

martes, 14 de septiembre de 2010

Lo que se encuentra en el Rastro


Fecha: domingo 12 de septiembre, con afillao y familia

Lugar: tienda de antiguedades de Roberto. Ribera de curtidores esquina con calle Toledo

Hallazgos: escritorio art Deco en bakelita y calamina, samovar antiguo policromado y conjunto Art Deco reloj y grupo escultórico FIRMADO POR URIANO.

Precio total: 150 euros por las tres cosas.

Todavía se encuentran cositas en el Rastro. Gracias, Roberto.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Piso supera pequetest

Tras tener al afillao -6 años-, Barbara -otros tantos- y a Carlitos -10 años- jugando al escondite entre sus paredes (no se donde repampanos habrán podido esconderse), el piso ha aguantado como un campeón, y lo ha disfrutado. Pequetest superado.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Solo lo evanescente pervive

... Y con lo aparentemente evanescente, quienes se dedican a que no desaparezca, repitiéndolo una y otra vez. En el Templo del Cielo, en el Palacio de verano, en Beihai, en cada remansos libre de los hutong... En cada pequeño espacio de paz se podía encontrar, no sin mucho esfuerzo, a pekineses de edad avanzada escribiendo caracteres en el suelo con agua. Frases y expresiones que eran borradas por el sol de justicia mucho antes de ser acabadas. Y pensé en estos señores, que se despiertan día a día para hacer una labor que nunca acaba porque, en cuanto se empieza, desaparece. Y pensé en la perspectiva de despertarte el resto de tu vida con la conciencia de que nunca podrías acabar ni una frase, ni un pensamiento, o dejar algo que perviviera. Pensé un poco más, y recordé: recordé la parte de los ángeles, esa porción de alcohol que siempre se evapora en todo proceso de fermentación y que es considerada el diezmo que se lleva Dios. Y recordé que no puedo dejar de recordar a cada uno de estos señores que no deja de pintar. Y pensé en que la eternidad es aquello que no tiene principio ni fin. Y entonces, lo vi. Porque si cada cosa que comienzas es borrada por el sol, los principios -cada principio- dejan de existir. Y como has de seguir para que tu obra no muera por completo, tampoco hay fin para esa actividad, con lo que cada autor hace obras eternas y es, a su vez, eterno: porque cada principio, desapareciendo, deja de existir, y no puede haber finales sin principio. Con lo que sólo aquello que desaparece puede seguir vivo. Porque no sólo los angeles se llevan su porción, sino que la eternidad, a cambio, aparece en cada caracter, en cada proceso de creación y continuación. Y eso, señores, es el verdadero eterno retorno.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El cine chino


Aunque iba a colgarlo más tarde, el reciente comentario de mi querido e inefable anónimo sobre Aftershock me sirve para colgar esta fotillo y compartir una reflexión sobre el cine chino: China ha comprado -y pagado en líquido, como explicaré proximamente- principalmente tres cosas: el progreso, el capitalismo y la transición. Pero también ha comprado otras muchas, entre las que se encuentra, quizás como una evlución del progreso, la manera actual de hacer cine de consumo. Un buen ejemplo es goLalago y las macropelículas históricas, pero también se pueden encontrar películas que logran un satisfactorio término medio entre la épica maoista, el relato de acción y catástrofes y los sentimientos. Aftershock es el vivo ejemplo. Creo que el poster le hace una desafortunada publicidad, pues más bien parece una superproducción tipo 2011 que lo que verdaderamente es, y por eso precisé los sabios consejos de Rosa, la surcoreana, para decidirme a verla. Y valió la pena, máxime hoy que, tras ver el acertado comentario de Anónimo, compruebo que coincidimos en una cosas más. Por ello, salve y un abrazo.