sábado, 30 de abril de 2016

Buen viaje, Don José

Decían los hombres del norte que, para quien ha vivido una vida fructífera, la muerte viene como el último honor. Tuviste tantos honores en vida, que dudo que este último te importe ya, cuando mantuviste la mente afinada, los ojos despiertos y ese pedazo de corazon tuyo  abierto hasta el último segundo. 

Vale atque Ave, Pepe: nosotros te tenemos que decir hasta luego, pero ese Dios bondadoso en quien siempre creiste, seguro que te ha dado la bienvenida con la sonrisa del amigo que espera. Esa que siempre tuviste conmigo. 

domingo, 10 de abril de 2016

Recuerdo de Maiakovski

Gracias a Ekaterina -Katia de Jesus-, los manidos cuentos de Chejov (Chekhov en los USA) y la charla, indispensable, sobre Dostoievski y Pushkin nos llevaron de cabeza a Bulgakov, y de ahí a Maiakovski, el futurista/suicida que nunca supe si era muy bueno o muy malo (lo que también depende mucho de sus traducciones). En todo caso, la alusion a los dedos que apretó, rompió, desgarró y sembró al aire como los pétalos de una margarita (me quiere, no me quiere...) siempre valen un recuerdo.