martes, 15 de junio de 2010

Lo que me queda por aprender...

... Acabo de oir un concepto maravilloso que me acaba de ratificar en la idea -latente desde el primer día que entré en mi actual curro- de que no tengo ni papa de las películas que se están proyectando: el concepto de "BAJA ESTRATEGICA". Los pringaos normales como el que suscribe se pillan una baja porque se les ha estrangulado la hernia umbilical, les ha dado un cólico nefrítico o el nene está con la varicela. La gente de otro nivel se pilla "BAJAS ESTRATEGICAS", que debe ser algo así como una baja que te pillas para forzar un cambio en la política del sector, empresa o jefazo contratante. Oye, que voy a intentar asimilar esto porque de verdad que me he quedado de piedra, con lo bonico que queda. y así, en lugar de decir "el cabrón del Paco se ha pillado la baja porque le estaban hinchando las gónadas", los que saben pueden con todo aplomo aseverar que "El Sr. Gonzávez ha decidido tomar una baja estratégica para --- (rellenar con lo que sea: siempre va a quedar bien)". Joder, lo que me queda por aprender... Me gustaría profundizar en el concetu, que diría Pazos, pero de verdad que me he quedado anonadado. Y prueben, prueben a decirlo en alta voz: es que quedad divino de la muerte. La leche que ni siquiera soy capaz de plasmar palabro alguno de las perlas con que usualmente les deleito. Pues nada, que tras este "paréntesis estratégico" vuelvo con lo mío, a ver si hoy salgo antes de las nueve. Saludos estratégicos a todos.

domingo, 13 de junio de 2010

Y los hijos de la desilusión darán a luz a los hijos del desconcierto; el desconcierto, a la desesperanza, hermana de la desesperación, y la desesperación abrirá las puertas de la critica frustrada: la furia. Y solo la esperanza podrá frustrar una generación tan destructiva, así que fomentemos que entre luz: limpia, sin cortinas ni obstáculos que la ensucien. En realidad no es el club Bilderberg, ni la banca, ni la pesima gestión, la continuada succión o el egoísmo a la enésima de quienes en cada momento están arriba. En el fondo, somos nosotros. Y en el fondo no es que estemos solos: es que no nos ayudamos.

jueves, 10 de junio de 2010

frase con peso

Alguien me acaba de decir la siguiente frase: "no te preocupes, Luis, que si te da algo yo estaré ahí para limpiarte el culo". Es de las frases con más implicaciones reales que me han dicho nunca. Y mucho mas bella que la gran mayoría de las frases de consuelo, animo, respaldo o cariño que haya podido oír. Vivimos en tiempos en que el compromiso no va mas allá de la satisfacción coyuntural de pretensiones totalmente extrañas al cariño, con independencia de matrimonios, orientaciones sexuales, proyectos comunes... Y que en este mundo infausto alguien tenga los redaños para decirte una frase así demuestra que todavía queda cariño, amistad y amor. Y solo por eso, gente que es capaz de tal disposición merece llegar a su cielo, su nirvana, su reencarnación o lo que sea. Y solo por eso, este que esta aquí va a hacer todo lo posible para evitar tal tesitura, así que se admiten sugerencias de sitios donde poder ir con un libro escolar, un kit para perforar pozos o un Kalashnikov en caso de notar que mi natural inquietud algún día -espero que no antes de los 70- comienza a degenerar en demencia

miércoles, 9 de junio de 2010

De finales y principios

Acabo de ver el final de una serie que comencé por accidente -quizás poe aburrimiento-, me enganchó por sorpresa y me deja ahora, cuando yo elijo, con un buen montón de recuerdos y personajes que, por estereotipados que estén, no dejan de emocionar. Es difícil estar a la altura de un buen comienzo y un mejor desarrollo, así que lo mejor cuando se acaba, como en la vida, es echar el telón, recogerlo todo e irse por la salida de artistas, en silencio, sin efusiones y echando una última mirada atrás que aglutine en un nanosegundo todo lo vivido. Y en esa última mirada atrás nos damos cuenta de que el tiempo es tan relativo como eterno, pues en el brevísimo espacio de esa última mirada, en la décima de segundo que pasa entre un parpadeo y otro, revivimos todos y cada uno de los minutos de una aventura, de un viaje, de un amor o de una vida. Y así, siquiera temporalmente, nos asomamos a la inconmensurable capacidad que tiene el hombre de atesorar lo vivido y extraer, como un caliz último, la sublime esencia de la vida, que no es sino el sentimiento de haber sido humanos durante el tiempo que dura la caída de una gota de agua. Pero entonces resulta que si, en lugar de ver cómo comienza a caer, miramos a nuestros pies, vemos que no hay vaso, ni recipiente, ni siquiera tierra donde esa gota pueda caer y evaporarse, de modo que si bien la gota es pequeña, y frágil, y susceptible de mutar en vapor o solificarse en el hielo que a veces se encuentra en los diamantes, esa gota se convierte en eterna, pues nunca desaparecerá por completo. Somos gotas de un mar sin fin que en un momento determinado comienzan a caer, pero que nunca tocan un recipiente pues, una vez vertidas, viajan siempre por la eternidad. Somos gotas de eternidad que, pequeñas y débiles, son vertidas para pedurar: como tales o, dados los elementos, en otros estados, en otros espacios, en otros tiempos. Pero siempre, siempre, en la eternidad. Porque lo que importa, una vez nacido, podrá cambiar, pero nunca muere.

Recuérdame siempre, pero que mi memoria no te impida vivir

martes, 8 de junio de 2010

No son los rostros, sino las expresiones

No es la cara, ni el pelo, ni el color de los ojos: son las expresiones de cada poblador de esta tierra incierta, salvo en lo que atañe a nuestro destino final. Es la alegría de quien se acaba de reencontrar, el amor de quien quiere y se sabe querido.
Es la determinación de aquel a quien solo queda una cosa por hacer;
la indecisión de quien acaba de perderse;
la conciencia de quien nunca supo lo que no era saber;
la ira de quien ha sido tratado injustamente;
la desorientación de quien se acaba de enterar que le llevan años engañando;
el ahínco de quien, harto de caerse, se empeña en levantarse una, y otra, y hasta una milésima vez, siquiera sobre los muñones de pies que hace mucho desaparecieron.
La risa histérica del loco.
El asombro de quien hace mucho que pensaba que el mundo había desaparecido, y no era así.
La calma resignación de quien sabe que hizo lo que pudo.
La paz, última, de quien sabe que le hicieron todo lo posible.
La calma de quien está satisfecho con su obra.
La quietud de quien se va el momento que él elige.
El vacío de quien ha arrojado todo lo bueno que tenía por la borda.
Y en medio de tantas expresiones, con tantos miles de matices e intensidades, la sonrisa del niño y la esperanza de los inocentes.
Y quizás, en algún sitio, la expresión de quien se siente salvado.
Esa, todavía no la conozco.

lunes, 7 de junio de 2010

El pasatiempo de Betanzos







Existen sitios que por una razón u otra se te quedan en el subconsciente más profundo, aletargados, y allí esperan durante décadas hasta que un acontecimiento, un comentario, una foto o un olor los despierta, e irrumpen en nuestra memoria con la fuerza de los cautivos. Este Corpus uno de los sitios que visité fue Betanzos. Y recordé. Recordé que unos hermanos de ese pueblo de cuestas e historia volvieron ricos de Argentina, y quisieron dejar en su pueblo una huella que, testimonio de diversas cosas diversas -está dicho a propósito-, quedara siempre. Y lo lograron. Los hermanos García Naveira adquirieron áreas enteras de la marisma de Betanzos para construir e inaugurar en 1895 el parque didáctico más peculiar, único y secretamente ecléctico de todo el mundo: el Pasatiempo. Emulando la ascensión de Dante del purgatorio al cielo, el Pasatiempo se estructura en una suerte de terrazas de conocimiento, a veces evidente, a veces hermético, donde se unen el juicio de Salomón, el arbol genealógico de la riqueza, bajorrelieves de los adelantos de la época -el dirigible, el biplano y el automóvil-, la boca del diablo, la pirámide de Keops, un laberinto, cuevas con sus estalactitas y estalagmitas, todos los husos horarios, el degollamiento de Tupac Amaru... en un conjunto, ya histórico, pensado por sus autores para comunicar sus conocimientos a paisanos, contemporaneos y a los que, 125 años después, todavía nos asombramos con los mensajes encerrados en tan peculiar complejo. Siguiendo las pautas de los jardines del XVIII no falta nada: ni el típico laberinto, ni el pabellón chino ni los invernaderos, todo estructurado en diversas sendas de conocimiento que, ascendiendo material y epistemológicamente, llevan a las estatuas de la justicia, la madre y el propio fundador con su nieto. Los mensajes soterrados, muchos. Pero dejaré que los vean materialmente para disfrutarlo. Hora aconsejada, el atardecer (cierra a las nueve).

martes, 1 de junio de 2010

Esto no es ternurismo: son cojones

Espero que Gabi me perdone el robarle la foto tomada en la III carrera por la integración de hace unos días aquí en Madrid, pero la foto es para imprimirla, guardarla en la cartera y sacarla cada vez que nos den las pájaras estúpidas que nos dan a quienes, desgraciadamente, podemos permitírnoslo. El chico del fondo está yendo boca abajo y sobre el pecho. Si hay un Dios, estos tíos deberían ir al cielo sólo por enseñarnos cada puto minuto lo que es plantarle cara a la vida y ponerla en su sitio a base de constancia y riñones. Ole.

Maybe

Maybe time doesn't exist
(just you and me)
Maybe God is but a dream
(necessary that it maybe be)
Maybe you are God's beautifullest creation
(and I, the necessary side effect)
Maybe the universe is His life trap
(what keeps us thinking, and alive).
Or maybe, maybe, you are my very own dream,
the world, your coveted and intimate frame
and thus, I refrain from waking up:
out of fear of having to face a reality without you.
So I'll keep sleeping,
as long as you are there.
And if
(or once)
you are gone,
I'll wake up:
for just long enough to ensure that, once I lie down again,
I'll be forever sleeping,
forever looking for you in my new dream,
my eternal dream,
always with you

Trying to see the entrails of my soul...

... I discovered the entrails, but the soul was not there anymore.
LFA