sábado, 17 de abril de 2010
Camina entre nosotros, pero no es uno de los nuestros
Los significados que he visto de esta frase son muchos, y de muchos sentidos. Y ninguno de ellos es totalmente negativo ni, en su caso, totalmente positivo. Somos, en el fondo, animales. Y la racionalidad no podrá nunca vencer a la naturaleza animal que anida en nosotros. No hace falta más que compobar qué pasa cuando estamos ansiosos, las conductas sociales, los reflejos inmediatos ante comida que hay que compartir; las colas ante el cortador de jamón en las bodas, las reacciones ante el nuevo elemento que irrumpe en los respectivos circulos; las percepciones de competitividad, los celos... Y se podrán matizar, esconder o mitigar, pero nunca extirpar. Por eso, si dejamos caminar a alguien a nuestro lado, entre el grupo o la tribu, podrá no ser de los nuestros, pero con el tiempo...
miércoles, 14 de abril de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
viernes, 9 de abril de 2010
The lovely bones, de Peter Jackson
Sólo dos líneas -por razones cronoobvias- para publicitar una peli que espero salga pronto en DVD: la primera mitad está muy bien hecha y es necesaria, pero la segunda mitad de la película sencillamente se sale. Creo que los últimos 40 minutos tienen una de las cadencias más activamente estables que he podido ver en una película, un equilibrio casi perfecto. Y la presencia de un más allá que, superando "más allá de los sueños" o "la fuente de la vida" atrae, lanza el mensaje que pretende e intenta recuperar una concepción ya olvidada de la vida que no vemos.
vale la pena.
miércoles, 7 de abril de 2010
Homeomerías y máquinas de movimiento perpetuo
"Siendo estas cosas así, debemos suponer que hay muchas cosas de todo tipo en cada cosa que se está uniendo, semillas de todas las cosas bajo toda clase de formas, colores y gustos..." (Simplicio, Física, 34, 29. citado por Kirk y Raven en "los Filósofos Presocráticos", Editorial Gredos)
La nada.
La materia única.
Unidad, dualidad y pluralidad.
Movimiento y energía.
Las Homeomerías
Ateísmo, panteismo y taoismo
El control del tiempo, el infinito, los números y la materia a través de la creación de mecanismos racionalizadores...
Tranquiiiilos, no se me está yendo la poca cordura que me pudiere quedar. Estoy simplemente esbozando las pautas de algo que he escrito estas vacaciones -entre los respiros de Bolaño, los novios de la muerte, las dos peques, el teatro de Chejov y, seamos francos, un paperback de Dan Brown, para mantener el inglés y porque tenía que desahogarme- pero que, sinceramente, hoy no tengo fuerzas para transcribir. Porque transcribir lo meramente esbozado obliga a reflexionar activamente a la hora de hacer la mudanza de uno a otro medio, y hoy estoy agotado para meterme ahora con teorías dekl conocimiento y armonizaciones de opuestos o meramente distintos.
Mañana, quizás
L
La nada.
La materia única.
Unidad, dualidad y pluralidad.
Movimiento y energía.
Las Homeomerías
Ateísmo, panteismo y taoismo
El control del tiempo, el infinito, los números y la materia a través de la creación de mecanismos racionalizadores...
Tranquiiiilos, no se me está yendo la poca cordura que me pudiere quedar. Estoy simplemente esbozando las pautas de algo que he escrito estas vacaciones -entre los respiros de Bolaño, los novios de la muerte, las dos peques, el teatro de Chejov y, seamos francos, un paperback de Dan Brown, para mantener el inglés y porque tenía que desahogarme- pero que, sinceramente, hoy no tengo fuerzas para transcribir. Porque transcribir lo meramente esbozado obliga a reflexionar activamente a la hora de hacer la mudanza de uno a otro medio, y hoy estoy agotado para meterme ahora con teorías dekl conocimiento y armonizaciones de opuestos o meramente distintos.
Mañana, quizás
L
sábado, 3 de abril de 2010
Francisco Cazorla Téllez. In memoriam
Esta mañana, día de vuelta de vacaciones, al ir a recoger unas cositas de Joaquin Luque -artista novel a quien deseo lo mejor-, vi un pequeño folleto en que anunciaban la celebración del memorial Francisco Cazorla Tellez en la casa de la cultura de Torre del Mar. Y de repente, recordé. Cuando mi hermano y yo éramos pequeños, mucho antes de Pueblo Rocío, íbamos todos los días a la antigua biblioteca de Torre del Mar, edificio de cultura que, sito en plena playa, entre el faro y el club náutico, fue el unico edificio demolido fuera de ordenación. El resto, orgullosos exponentes de la especulación, siguen, desafiantes, riendose todavía de las ironías de la vida. Hoy no queda mas que el recuerdo, igual que el de su bibliotecario, un hombre tranquilo, de rasgos claros, ojos azules y paciencia infinita con todo el que llegaba allí a leer, que no es sino vivir 100 vidas, como diría Tom Tidler. Y allí, Jose y yo conocimos a Asterix y Larra; a Blueberry y Poe; al malvado visir Iznogud y a Bob Morane... Y allí comenzamos a leer. Un día, en concreto el 28 de octubre de 1996 nos lo encontramos y me dedicó su preludio de rimas, que tengo ahora delante, y hoy confronto la dedicatoria que me escribió con el folleto que me acredita que falleció hace unos años, y que yo ni lo supe ni me despedí. Y me hubiera gustado que supiera que su empeño por que leyéramos sí sirvió para algo. Y me hubiera gustado encontrar palabras para que se sintiera satisfecho de su obra. El bibliotecario de Torre, que hacía poemas, soñaba con un mundo en libertad, con un socialismo utópico que plasmaba musicalmente en cada uno de sus poemas. Y se ha ido, y no he podido decirle hasta luego. Pero el que se celebre este memorial demuestra que, al menos, no se le olvida.
Solo me mueve la fe de la vida
en la luz que nos da su resplandor,
en el canto alegre del ruiseñor
al aire de la rama estremecida.
Me mueve la fe que cura mi herida
y la llama que sustenta mi amor,
en la dulce fragancia de una flor
al tacto de la brisa distendida.
Tengo la fe de mi propia conciencia
en el conocimiento de la ciencia
y no en el azar de lo peregrino.
Me mueve la fe de mi pensamiento
y voy con ilusión a todo evento...
en atención al fin de mi destino.
Hasta siempre, Francisco. Acuerdate de los dos hermanos de Madrid y haznos un sitio dondequiera que estés -sin prisas, eso sí-. Porque dondequiera que estés, es donde están los buenos.
Solo me mueve la fe de la vida
en la luz que nos da su resplandor,
en el canto alegre del ruiseñor
al aire de la rama estremecida.
Me mueve la fe que cura mi herida
y la llama que sustenta mi amor,
en la dulce fragancia de una flor
al tacto de la brisa distendida.
Tengo la fe de mi propia conciencia
en el conocimiento de la ciencia
y no en el azar de lo peregrino.
Me mueve la fe de mi pensamiento
y voy con ilusión a todo evento...
en atención al fin de mi destino.
Hasta siempre, Francisco. Acuerdate de los dos hermanos de Madrid y haznos un sitio dondequiera que estés -sin prisas, eso sí-. Porque dondequiera que estés, es donde están los buenos.
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