miércoles, 31 de agosto de 2011

La especial casta de los Sostres

Acabo de leer la crítica que el ínclito y objetivo Salvador Sostres ha hecho del Diverxo, así como la contracrítica -que no reivindicación, porque el Diverxo no necesita tal cosa- de de la Serna. Y pasado el cabreo inicial vuelvo a pensar, una vez más, lo que sufrían ciertos niños cuando en el recreo les quitaban el Tronkito, la Pantera Rosa, la tartaleta o el sobao pasiego que mamá primorosamente les metía diariamente en la cartera, ajena a la cruda realidad.

Este simpático tertuliano, de pinta pelín rara (brutaca) y humor dudoso cuando habla de niñas de 17 años, realmente no tiene la culpa de ser como es: seguro que de pequeño le quitaban el bollo día sí día también en el recreo, un buen dia juró vengarse de los tíos mejores que él (muchos, muchos, muchos), y pasados unos años se cayó del retrete, lo que motivó que, por el desorden de las sinapsis le viniera una -una sola, ojo- idea ingeniosa que se espabiló a plasmar en el medio de comunicación al uso... En fin, que solo tuvo una idea, se le agotaron las meninges y ahora el pobre no hace más que lo que hacen tantos planos hoy en día: tirar de la controversia barata para que le escuchen los que son como él.

Es obvio que a nadie le interesan las críticas de lo que es malo de por sí, porque ese tipo de críticas afluye naturalmente, y no asombra: esta gente necesita criticar lo bueno para que se les escuche porque, precisamente, es la crítica de lo bueno lo que sorprende a los demás. Y, sinceramente, no me asombra que un tío así critique los modos del personal del Diverxo porque, sencillamente, no está acostumbrado a ellos; peor, los etiqueta de afectados, "como de gay que todavía no se lo ha contado a su padre": macho, qué comentario tan ingenioso, nunca oído e inusitadamente original, de verdad. Si es que no hay cosa como que te tiren a la cara el bocata grasiento de bar barato de carretera para perder el oremus, Salvita. Sugeriré a los del Diverxo que la próxima vez que vayas, te pongan al lado de la mesa un expositor con las últimas casettes del Fary, el cabrero o Torrebruno y el pack de VHS's porno de la cole "conductor insatisfecho". Respecto a los platos fallidos y lo de que a quien Dios no da, San Pedro no se lo presta... bueno, quien diga que el mollete de trompeta de los muertos o el Sabu Sabu de pulpets no son la leche, no tiene ni puta idea de comida, oiga, se ponga como se ponga. Vengo de pasar un mes entero en Pekín -a que mola, si es que no se puede ser más cool (lo digo ya yo, para que no me lo ponga el pierdebollos de turno en algún comentario)-, y salvo la salsa de Sésamo, no he encontrado ningún plato, de ninguna de las 4 cocinas chinas o japonesas, que supere lo que he tomado allí. En lo atinente a Dios y los mediocres, si bien el crítico de eso sabe mucho, su operación de subsunción al caso concreto es, como era de esperar, otro desastre.

No soy amigo de David Muñoz y Angela (aunque me gustaría); hace mucho que no voy al Diverxo (nunca logro encontrar mesa, aunque es por culpa mía) y he comido en todo tipo de restaurantes (los que menta Salvita, los mejores de comida clásica y en las calles de más de una ciudad, más de una vez) y este simpático crítico cada vez se asimila más a aquellos que, por fracasados de toda la vida o por esconder la total carencia de ideas, recurren a la crítica fácil. Qué pena, pero esto es como todo: si este tipo de gente no tuviera su público, se estarían dedicando a cualquier otra cosa. La culpa no es de ellos, sino nuestra.

Cosas veredes, amigo Sancho

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Apreciado Demagophobe: me alegra verle de vuelta sabiendo que ha disfrutado con creces de su nueva incursión china, espero pueda irnos revelando algunos detalles de la misma.
En lo que le ocupa de manera urgente, he de decirle que comparto plenamente sus apreciaciones. Como cliente del Diverxo, me limito a constatar un dato y es que la media de reservas de mesa es de 30 días y que su clientela es muy variada, no necesariamente elitista (sí, desde luego, las exquisiteces que ofrecen), lo que evidencia lo difícil de que todas ellas se equivoquen desde luego en su elección.
Por lo que atañe al sujeto mencionado, me basta con recordar que ejercía de estrafalario (que no friki, eso sería un cumplido) tertuliano en el periodo tardo del inefable programa crónicas marcianas, del que con los años ha derivado en contertulio intelectualoide de la prensa escrita. Así nos va.
Y por cierto, no eran comentarios sobre las niñas de 17 años, sino reflexiones onanísticas a propósito de ellas, lo que es peor.
Bienvenido, D.
Ferri

Anónimo dijo...

Estimado blogger. Aquí uno de sus "pierdebollos" habituales. Comparto sus apreciaciones sobre Sostres. Pero apuntaría alguna cosa adicional. Y es que, el principal problema, a mi juicio, no es que Sostres tenga público, sino que tenga medios que le pagan para hacerle llegar al público. Y el problema es que esos medios son siempre los mismos. Me temo que, de no remediarlo Dios, en breves meses le veremos presentando el telediario de la primera.
Y en cuanto a la contracrítica de De La Serna, pues no se qué es peor. Por una parte, me hace sonreir que a VS únicamente le moleste Sostres cuando se mete en el terreno que él pisa (y conoce) y que no comprenda que a todos los demás mortales les irrita Sostres cuando se mete en todos los demás terrenos, que siempre habrá alguien que pise y conoce. Por ejemplo, y es un decir, Sostres es un bárbaro cuando habla de un restaurante, pero es un hombre "con ideas interesantes" (o algo así dice VS) cuando habla, por ejemplo, del TC?
Decia que lo de VS por una parte me hace sonreir. Pero ese es mi lado amable. En mi lado menos amable me asquea profundamente.
Y un último comentario sin ánimo de molestarle y (por Dios) sin que se me interprete como apoyo a Sostres. Soy fan de DiverXO, donde he comido extraordinariamente bien. Pero si tuviera que ponerle una pequeña pega se la pondría a una "cierta afectación" del personal de sala al explicar los platos. Conjuntar el rigor, la sencillez, la humildad, la complicidad y el respeto al cliente en el servicio de sala es una complejísima técnica que no todos tienen (por ejemplo, Pitu Roca es el gran maestro en ello) y que desde luego el personal de DiverXO no domina.

demagophobe dijo...

Buenas y atinadas reflexiones, estimado anónimo. Y no se me asquee Ud. profundamente, porque a mí los caras -que no "críticos"- como Sostres me repugnan in genere, hablen de lo que hablen y den la razón a quien la den. Con estos elementos no es el fin, sino los medios.

Me alegra volver a verle por aquí y comprobar que este nuevo periodo, me mezcla VI sabia y ponderadamente la cal y la arena: disfrutaremos

demagophobe dijo...

En lo atinente a mi querido Ferr(ar)i, poco se puede añadir cuando lo comentado se comparte al 100%. Y en mí, como es sabido por algunos, el callar es excepcional. Gracias por plasmar el maravilloso CV de Salvita. Yo no lo hice porque en este pais, tristemente estos curriculos son ahora los que llevan al exito. No Harvard, Ar Bar

Anónimo dijo...

Por si se me entendió mal, mi querido blogger. En mi escrito VS no es usted (aunque podría serlo, en otro contexto) sino Victor de la Serna (sus iniciales VS son las que utiliza habitualmente en los foros enológicos en los que escribe, cuando no utiliza el nombre "gastronómico" de Fernando Point) . Él es el que me asquea, tanto o mas que Sostres, porque Sostres es un jeta que sólo buscala pasta, mientras que el otro tiene "convicciones" más profundas...