... Y no digo más, porque tengo que "rectificar" a Sostres y su crítica al Diverxo. Pekín, un año más, excepcional -tendré que reflexionar sobre mi convencimiento de que no se debe volver a los sitios donde se ha sido feliz-; cada año tengo más claro que sólo quienes más valen se pueden permitir ser normales -abrazos a Daniel, Clinton, Mike, Mahdi, Rodion, Vlada, Sophie, Eva, Belén, Laura, Marianiki y Fuckyoulcountly: mereceis no un post, sino todo un blog aparte- y en fin, que ciertas cosas, si se plasman por escrito, pierden la inusitada e inexplicable belleza de unos contornos que sólo se pueden revivir íntegramente en sueños.
Aún no he vuelto de Pekín. Sigo ahí, y esta tarde hemos quedado a las 20:00 donde las cervezas, al lado de la Vita, para un hotpot y una Tequila night en el Sensation (o una power hour, o una excursioncilla, o uno de los árabes de Mahdi...)
L.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
De tu breve, pero intensa nota sobre tus días de felicidad en Pekin (qué oxigenante es leer, percibir, que alguien ha tocado la felicidad!), me quedo con la frase sobre los que valen y su licencia para ser normales. La comparto, aunque tendrías que escribir una crónica sobre lo que consideras "ser normal", sobre todo para que disfrutemos tus lectoras/es... (que conste que descubrí ayer este blog, pero me confieso ya asidua, lo soy de todo aquello que no me deja indiferente y que toca muchas de mis fibras sensibles...joer!! pero qué bien escribes!!)
Querida sidrina:
Al igual que el exacto toque de moreno estival sobre cabello rubio y ojos azules, el término medio entre la redacción inteligente y la espontaneidad patria es solo alcanzable por unos pocos, como tú: se por ello bienvenida y recibe el testimonio de cariño incipiente y admiración vital que intuyes (no, sabes) te profeso. Gracias por estar ahí y, ahora, tambien aquí.
L.
PS.- A fecha de hoy, la normalidad es lo más anormal de ver
Publicar un comentario