-Y ahora, ¿donde vamos?-, le pregunté a mi ahijado, ambos en el patio tras anunciar que nos ibamo de casa.
El, con la sabiduría de sus 10 años y el sueño de casi la medianoche, me respondió -donde nos lleve la vida-.
Nos acercamos al portal de salida, nos miramos y le pregunté mi mas casual ¿y ahora qué?
- Ahora, volvemos para arriba-, replicó con el mismo tono de lo evidente.
Subimos y ahí nos quedamos.
Como siempre
miércoles, 6 de agosto de 2014
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