Toda tarea que se impone a alguien debe servir para una funcion, que a su vez ha de estar dirigida a un fin: a un buen fin.
Y si cualquiera de estos postulados falta, la nocion de deber desaparece, para ser sustituida por el derecho a decidir del destinatario ultimo. Siempre, claro está, que cada uno de estos tres elementos supere un test de objetividad, preciso para depurar todo subjetivismo, ideología o intención espurea.
jueves, 28 de agosto de 2014
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