sábado, 30 de abril de 2016

Buen viaje, Don José

Decían los hombres del norte que, para quien ha vivido una vida fructífera, la muerte viene como el último honor. Tuviste tantos honores en vida, que dudo que este último te importe ya, cuando mantuviste la mente afinada, los ojos despiertos y ese pedazo de corazon tuyo  abierto hasta el último segundo. 

Vale atque Ave, Pepe: nosotros te tenemos que decir hasta luego, pero ese Dios bondadoso en quien siempre creiste, seguro que te ha dado la bienvenida con la sonrisa del amigo que espera. Esa que siempre tuviste conmigo. 

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