En cuanto a Ida, magistral cine polaco en blanco y negro, para mí mejor que la cinta blanca, es una Road Movie en que un alma atormentada por lo inconcluso, y otra para la que el tormento es parte de la salvacion, cierran al fin las páginas de sus respectivos libros. Un Telma y Louise polaco que termina con la humanizacion de las dos protagonistas, entendida como la percepcion de todas las opciones posibles y, en último lugar, la elección de la que, para cada una de ellas, supone la paz definitiva.
En cuanto a Loreak (flores), encontré una película balsámica, cercana y redonda, bien construida, sin estridencias y en la que el día a día, en vez de hacerse turbio, se erige a la categoría de algo que vale la pena presenciar. Culminantes, la gestión del paso del tiempo a través del cuerpo de Beñak, y la selección de unos actores que parecen nacidos exclusivamente para desempeñar estos papeles.
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