martes, 10 de noviembre de 2009
Centollo y botella de sidra, 5 euros
Pasó (y pasa) en "la Chalana" de Gijón, sitio mítico en época de oricios, donde se enfrentan a la crisis de la forma más inteligente posible: bajando los precios. No me explico cómo, con la que nos está cayendo, siguen los restaurantes igual de llenos. Supongo que VISA todavía permite los extralímites con sólo solicitarlo en banca Internet. En todo caso, la mayor parte de la hostelería patria, en vez de adecuar los precios a los nuevos -y rotos- bolsillos de los españoles, ha subido sus cartas hasta extremos incríbles, con lo que deduzco que de aquí a marzo asistiremos al cierre de unos cuantos restaurantes, precisamente por imprudentes, entre los cuales, afortunadamente, no estarán ni los hermanos, ni el Puerto Rico, ni la Chalana. "Centollo y botella de sidra, 5 euros (sólo en barra)", rezaba un cartel que, al final, demostró ser verdad. Así me vuelvo a subir a toda la gente, como hace 15 años, en que peregrinábamos a Luarca de 15 en 15 para que nos diera de comer Lidia, en Muñalén. Y así se sortea una crisis de modo satisfactorio para el establecimiento, que nunca sirve unicamente el centollo y la sidra, y para el cliente, que sigue dándose su capricho a la española sin perder el poder adquisitivo que le queda. Y así logras que los clientes te anuncien en sus blogs por la cara, como es el caso, hala. Que lo dicho
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