martes, 5 de febrero de 2013
Delicias culinarias no tan conocidas (II): el paté de lechazo churro
Descubierto a mis papilas gustativas por el inefable Juan Fernando, junto a cierto paté de 90% de foie trufado, es el mejor paté que he probado (Perdonen Uds. por la rimota fácil). Y lo mejor: sabe a lechazo con el rotundo sabor de aquello que no tiene más remedio que ser de manufactura natural.
Es curioso cómo los buenos alimentos, pase el tiempo -y las modas- que pasen, siempre mantiene una peculiar estética compuesta de un tercio glam, un tercio seventies y un tercio visualmente asqueroso que traicionan la calidad de lo verdadera y perennemente bueno: desde los gusanos del queso de Cabrales pasando por el negraco del verdadero ibérico patanegra (no la pez con que a veces los listos tiñen las pezuñas), los pelus del tocín con pelus o el interior de erizos, centollos y cabezas carabineras: no falla. Y por mucho que los gurús de ciertas agencias de publicidad intenten resucitar y hacer valer lo que ellos consideran "estética rústica gastronómica", nunca estarán a la altura de las latas de chinos del Cola Cao, los sobres de los flanes chinos, el osito de mimosín y tantos otros productos de estética y colores filocasposos impresoso a mor de calidad en nuestros subconscientes.
Gracias a Dios, estamos volviendo -y pagando- el jamon cortado a mano y a la vista frente a las perfectamente milimétricas lonchas de jamones malos, malos, malos, tristemente envasadas por monstruos de metal para grandes superficies, sin puntos de sal ni entreveraditos.
Ejemplo patente de este fenómeno es la lata del patédelechazodejuanfernando (una sola palabra): ese verde... esos dorados... esa peazo cabeza sonriente, cuasi-barroca del lechazo a modo de etiqueta y orgullo, gemela ignorada de la vache qui rit.... Que se quiten los anuncios de BMW, señores.
Y como no podía ser de otro modo: peazo paté, y peazo amigo que me los suministra con la misma regularidad con que le pongo yo encima de su mesa los libros que integrarán, algun día, el ala LFA de cierta biblioteca.
Juan, prepárate a contratar trailers el día que me vaya :-)
D.
Próxima entrega, y sin menoscabar el -mi- mollete Diverxo: cruceta de Béjar vs. chuleta de retinta. El combate del siglo (te odio, PR2, por habérmela descubierto)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario