Antes de morir,te enseño tu herencia:
una foto de familia sin familia;
una muñeca con la cabeza del revés,
una cabeza reducida a fuerza de noes,
un bastón para gente que nunca se cae.
Una silla de ruedas para falsos suicidas,
las piernas de una sirena varada;
el cuerno de un narval chato;
la formula de la piedra filosofal
-a falta de un componente-.
29 monedas de plata,
pues la trigésima la empeñé.
Un vial de la saliva de quien me quiso
y, al final, me escupió.
Una gota de bálsamo contra los recuerdos
(Teñia dos, pero una la acabo de usar),
y un juguete del niño que fui.
De valor no tengo nada,
salvo mis deudas, por ser de sangre.
Pero esas, pocas veces se pagan,
porque solo los cuerdos las exigen.
Y a esos, los enterré yo.