Fui quien te recibió. El mismo que te dice adiós
Nadie debiera caminar tan erguido como para no ver la piedra que le hará caer.
No vuelvas conmigo: habrás aprendido la lección.
Mañana es el hoy que esperas
Duerme. Y en tu descanso, sueña con quien intentaré ser
Tu mano, que me acarició, no aprende a dejarme ir
No hay un alma, sino una parte de muchas.
Ni morimos, ni dormimos, ni soñamos.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
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