viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Os deseo a todos lo que yo tengo esta tarde: a la familia junto a mí, salud y la perspectiva de un futuro lleno de planes, sueños y futuros recuerdos. No se necesita mas para ser feliz. Y que nos sigamos viendo todos: aquí o allí, en la realidad ficticia, porque es ahí donde a veces no podemos ser quienes o como de verdad somos o querríamos ser.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Balada triste de trompeta, de Alex de la Iglesia

Hecha por un friki con dinero -mucho- cuasi-exclusivamente para frikis. Desde el principio la saturación de información es alarmante, hasta el punto de que en estos 100 minutos están condensadas, cuando menos, tres películas distintas. El friki profesional se encontrará, sin mayor esfuerzo, con el ascenso de Frodo, Sam y Gollum por las escaleras de Cirith Ungol desde Minas Morgul; la estética visual gris que inauguró Blade Runner; la primera media hora de salvar al soldado Ryan; la parada de los monstruos (Freaks), de Tod Browning; el hombre que ríe, de Victor Hugo; la matanza caníbal de los garrulos lisérgicos; el comienzo de corazón salvaje, de Lynch; el laberinto del fauno, de su amigo Guillermo; algo de Tetsuo y... bueno, creo que Alex de la Iglesia aglutina los basamentos de la cultura freak en el primer largometraje que hace con dinero suficiente como para poner en práctica lo que le rondaba la mente (tía buena incluida, aunque su actuación muy buena, muy buena no es...), y los actores -salvo, insisto, la Bang ésta-, brutales. Pena que Sancho Gracia solo saliera 10 minutos mal contados, porque cada vez me gusta más cómo hace de malo oscuro: tendrían que contratarle para la tercera entrega de Batman. Veanla, y me cuentan
PS.- lo de Raphael y la cueva, tremendo

martes, 21 de diciembre de 2010

Privatizaciones, estados de alarma, desinformación y controladores aereos

Hola, me llamo L. (hasta vergüenza me da poner mi nombre) y mi hermano es controlador aéreo. Mis padres son gente sencilla, honrada y trabajadora que siempre ayudó cuanto pudo a todo aquel que se lo pidió - y a muchos otros que no tuvieron ni que pedirlo-, y que ahora no se explican qué pueden haber hecho mal en la vida para haber engendrado a dos delincuentes como nosotros que, pudiendo ser haber sido constructores, tertulianos de la Noria, restauradores de a 300 euros el cubierto... decidimos, no obstante, hacernos respectivamente funcionario de justicia y controlador aéreo. Con lo bien que nos está yendo con todos los sectores estratégicos privatizados, en pleno estado de Alarma -prorrogado, que la situación bien lo merece-, con una Bolsa sanísima y llena de inversores extranjeros, y con los Derechos Fundamentales pisoteados cada vez que a cierto calvo le da por intervenir las comunicaciones de todo un colectivo, extrajudicialmente y con el mero sustento de los intereses del Estado... Con un gobierno -que no partido- de gente preparada, que sólo tira de Decreto-Ley cuando verdaderamente no queda más remedio, y en que cada alto cargo es un pedazo de experto en lo que hace. En suma, un gobierno sólo aventajado en cazurrería, frustración y mezquindad por una oposición de señores de clase pseudoalta y estética neoastracanera que se cree que disfruta de un derecho divino al poder y sigue recordando con rencor las elecciones de 2004... Con unos salarios cada vez más altos y el paro casi a 0, es lógico que se haya castigado a esos capullos pijos de controladores que ganan 1.000.000 de euros al año -que lo se yo, que he visto las nóminas- y que no ha hecho nada para merecerlo. No como próceres del estilo de Díaz-Ferrán, que por ayudar a los pobres sudamericanos de Air Comet se endeudó hasta el punto de que la malvada jueza -facha, como todos los jueces y demás poderes represores- sólo le encontró 632 euros que embargar. Como Florentino y los permisos para construir las 4 torres a unas alturas peligrosas para el tráfico aéreo. Como esos ministros, diputados y senadores tan competentes y que tan duramente se prepararon para servir con generosidad y sacrificio -buscar en el Diccionario de la RAE, si es que todavía no lo han quitado-; padres de un país cada vez más unido, estable y orgulloso en y de su diversidad -igualito que Francia o Suiza- y, por ende, preparado para hacer frente como un todo compacto en el respeto a la diversidad a un mundo cada vez más globalizado. Como la SGAE, protectora del patrimonio cultural español y mecenas de los artistas que empiezan; como... como la madre que nos parió a todos, qué cojones, que somos el único país capaz de ser cada día más gilipollas, con una prensa totalmente sesgada, en que El Público y La Gaceta de los Negocios se deberían vender en el estante de ciencia-Ficción de la FNAC. Con una desinformación tan bestia que la gente no lo quiere aceptar porque si lo hiciera tendría que asumir, igualmente, una serie de realidades que ponen los pelos como escarpias... No puedo ni siquiera defender al colectivo de controladores en mi propio blog porque inmediatamente tendría a los típicos pseudoguays de uno y otro lado de la laguna Estigia que me pondrían a caldo precisamente amparándose en que aquí se puede comentar lo que se quiera sin siquiera tener que identificarse... Y no es cobardía, es que me da verdadera pereza el mero hecho de pensar en ellos. En fin, que es una pena que, como pupas de mariposa-payaso, hayamos eclosionado en un país de pobres de espíritu en que las ideas murieron con gigantes como Suarez, Solana, Gerardo Iglesias, Gloria Fuertes, Lorca o Aleixandre, cada uno militante de ejemplo y no sólo de palabra agria. Llevamos años de vuelta en el 98 (ya antes del 2004, ojo), y ni siquiera ha surgido una generación de intelectuales que al menos compensara para la posteridad todo este caos. Ya no queda ni gauche divine ni derecha exhaustiva: solo el puñetero pan y circo de los diversos medios de comunicación. Peazo gobernantes y peazo oposición, valientes unos y otros. Y nosotros en medio, viéndolas venir y observando a las amas de casa intentar pagar, sucesiva e infructuosamente, con la Visa electrón, la de crédito, los cheques-restaurante, la tarjeta del Corte Inglés y, al final, teniendo que mentir a la cajera con el ya tristemente famoso "guardemelo un segundín, que subo a casa a por dinero y se lo dejo pagado". Y esto es lo que se ve en la calle. Ni siquiera desesperación: solamente la desazón de quien no sabe qué habrá detrás de los nubarrones que se avecinan. Pero no pasa nada, que ya habrá colectivos en quienes centrar la desesperación, el odio y la frustración. Siempre los hubo, ¿no?. Ahora bien, cuando nos cansemos de los controladores, ¿a quién le tocará?

Abrazos en pleno estado de alarma, de alguien que de verdad cree en la Constitución y en el espíritu de concordia, convivencia y tolerancia que la impregnó.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Peter Greenaway



Ayer, tras mañana de Rastro con la familia Atanes y cinecito con E. (por favor, vayan a ver "Balada triste de trompeta" sin expectativa alguna y coméntenme qué tal les ha parecido: yo aluciné), finalicé la ronda sistemática de Greenaway con el final del contrato del dibujante y, cómo no, con el cocinero, el ladrón, su mujer (de él) y su amante (de ella). Con Greenaway me pasa algo muy curioso, y es que siempre puedo dividir sus películas en dos grandes cuerpos: un desarrollo estético suave y una "grande finale" rápida, casi brusca, pero siempre duramente apoteósica. A Greenaway le puede la perspectiva estética de las películas y el solaz en los personajes excesivos: se pasa desarrollándolos la mayor parte de la película, y luego pasa lo que pasa, que le queda un cuarto de hora para desarrollar el núcleo del guión que, curiosamente, es el que más contenido tiene. Así que hala, a sintetizar una hora de contenido en 20 minutos como mucho. Y por eso, recordaba lo que me ha estado volviendo a pasar estos días: películas que me bajaban el pulso para luego ponerme repentinamente espídico y con ganas de ver algo de Lynch, Passolini o Alex de la Iglesia. Si es que, una vez exacerbados, nos encanta ver arder las cosas, que diría Guy Montag

jueves, 2 de diciembre de 2010

Blog dedicado a Jabba el Hutt

Presionando aquí lo vereis: todo tipo de frikadas centradas no ya en Luke, Vader o Ben Kenobi, no, sino en el baboso Hutt jefe de contrabandistas de Tatooine que se atrevió a congelar a nuestro Han Solo en carbonita (canallada que no quedaría sin venganza, obviamente). El frikismo no conoce límites señores, y mucho menos para quienes nos abandonamos a él con los brazos abiertos

Datos

Información,
datos,
nombres,
historias,
maneras de procesar,
lenguajes de procesamiento,
mil lenguas para expresarlos
mil razas por mil lenguas
(que multiplican a la millonésima cada dato)
tecnología de datos
que también requiere de datos sobre cada una,
religiones
filosofías
visionarios, filósofos y masas
lugares
datos de lugares.
Colores de ojos.
Premios Nobel,
historias,
cuentos,
fantasías en élfico,
razas Wookie,
guerreros Klingon,
lis imperos de una Historia que no vivimos,
Las vidas de los otros,
la vida de los otros
la eternidad y un día
(el mañana).
Aquellos en quienes confiamos
(que pueden estar lejos y seguir aquí)
y nuestros enemigos
(que han de estar cerca)
Dios,
el vacío
la Nada
-que es lo que está mas lleno).
Notas musicales
en instrumentos diversos.
Olores,
sabores,
texturas
tonos
...
Datos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Raphael, el putamo

Este tío es la leche, señores. Ayer asistí a un espectáculo sociológico que ríete tú de los conciertos de Bruce, los Luthiers, i musici o los Berrones. Raphael, a sus 68 años, la montó en el Compac y, durante más de dos horas y media, énardeció (literalmente: tenían que ver a las señoras totalmente alteradas en más de un sentido) a un público más que entregado. Creo, de hecho, que nunca he visto un público tan fiel, leal y ansioso de escuchar a un tío que, queramos o no, ha estado en el peculiar candelero del glam-casposismo durante medio siglo literalmente. El tío se gusta, vive en su mundo, actua como si ese mundo fuera el mundo de verdad, y a la gente le encanta. Y además, el jodío se atreve con todo: desde los tangos pasando por las rancheras y las versiones de canciones de ahora hasta lo que él llama "las joyas de la corona". La unica pena es que no cantara la balada triste de trompeta: si lo llega a hacer, a este su humilde servidor le da un pasmo ahí mismo. En fin, que de verdad que valió la pena. Espero que tengamos Raphael para mucho, porque el tío, de verdad, es la releche.
Esta tarde, a la metralleta a buscar singles suyos.