martes, 25 de septiembre de 2012

Coleccionismo de Tintin: ediciones póstumas, no autorizadas, piratas o, simplemente, falsas


Coleccionar Tintin es como coleccionar sellos: o te centras en algo (el "focus", que dicen los anglios), o la pifias. Los hay que le dan a las primeras ediciones, a las figuritas de Pixi genéricas, las imposibles de l'objet du mythe, el merchandising de Esso y Moulinsart, los libros-recortable españoles de Calcómic Kit kit...

La imposible colección -en su imposible vitrina- de l'objet du mythe: media por miniatura, 500 eurines


Otros escogen una aventura concreta, y coleccionan todas las ediciones, en todas las lenguas: mostly Tintin en el Congo, retirada en muchos paises por "racista"; Tintin en el país de los soviets, o la inacabada el Arte Alfa, que en esta piel de toro tiene su máximo exponente en la edición doble de Uber Regé



Los hay que solo buscan catalogos de exposiciones de Tintin -el español troquelado de made in Tintin, la expo de harry Swerts, no baja de los 200€- y unos pocos le dan al bootleg, bien de merchandising, bien de ediciones piratas.

Los herederos de Hergé,y la casa Moulinsart, son muy picajosos -AKA muy franceses- a la hora de autorizar escritos, homenajes... en la materia. Para muestra, el botonazo de Tintin mon copain, de Leon Degrelle, publicado en 1992 por Editions du Pélican d'or y cuya única edición fue destruida, salvo unos pocos ejemplares. El precio de la joyita, impensable (lo acepto como regalo: sacrificado que es uno), y es un top en descargas .ipub en Internet:



Aquí en España... aquí en España, como con todas las licencias -desde Star Wars hasta el Señor de los Anillos, pasando por Mazinger o la Frontera Azul-, el respeto a los derechos de autor ha venido imponiéndose paulatinamente con el paso del tiempo. Atras quedan los 70 y 80, en que desde las pipas Tostaval hasta la Bruguera, pasando por la empresa de pistolas de fulminantes Redondo, fusilaban sin rubor los personajes populares del momento: desde los cromos de "Maninger" de las mentadas pipas pasando por los adhesivos troquelados de la Bruguera o las pistolicas de Curro Jimenez o Star Wars. El fenómeno, en lo atinente a Tintin, es sin embargo más posterior y, curiosamente, más sublimado. Hitos del coleccionismo de Tintin pirata (o desautorizado ex post) patrio podrían ser:

El loto rosa, de Antonio Altarriba, publicado por Edicions de Ponent de buena fe en 2007 a raiz del centenario de Hergé, y que fue desautorizado por Moulinsart. Pena, porque la manufactura era exquisita y el contenido, cuando menos muy, muy curioso

Cómo no iban a faltar pastiches eróticos sobre Tintin: hasta el Gran Vazquez los hacía de las hermanas Gilda montándoselo con Anacleto...

Lo último que ha salido: casposo, muy casposo, e imposible de trazar. Vendido como antes se vendía la poesía de Leon Felipe: bajo cuerda, a los conocidos


Y así, tantos. Para más información, ya saben dónde estoy, hala.

Un abrazo,

D.

PS.- y me pregunto yo... ¿quién denuncia al que denuncia? Esta es una viñeta de Tintin-Lupin, personaje del XIX ;-). ¿les suena?






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