Cómo pasa el tiempo, Antonio.
Un año ya sin que estés aquí, y no se te echa de menos: por la sencilla razón de que nunca hemos dejado de pensar en tí,
por lo que todavía no te hemos dejado que nos dejaras.
(Lo siento, somos así de egoistas)
Cómo pasa el tiempo, amigo,
Y el trabajo de tu vida sigue tan fresco como el pan recién horneado,
sin envejecer.
Cómo pasa el tiempo, Maestro,
y ni una línea de tu sonrisa se nos ha olvidado.
Por eso, sigues aquí,
y nunca te vas.
jueves, 9 de octubre de 2014
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1 comentario:
Un año hizo hace varios días ya. Y sí, palabras bonitas pero se le echa mucho de menos. Por lo menos yo.
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