jueves, 9 de octubre de 2014

solipsismo, genio maligno y el tiempo en la mosca de la fruta

Miramos al cielo, y nos planteamos qué Dios nos puede estar mirando, más allá de los satélites espías.
Si un satéite espía cayera en la reserva natural del Parque Yasuní, sería Dios.
Dios es Eterno e infalible, pero a nosotros nos créo pensativamente falibles
(quizás, hasta en lo que creemos infalible, i.e., la propia infabilidad de Dios).
A Descartes le dió vergüenza postular que Dios nos pudiera crear con tan falible capacidad. Por eso, se limitó a llamarle "genio", cuando le tachó de maligno.
Si pienso, no existo luego: existo solo. Lo demás podrá o no podrá ser (si no, que cuando sueño me convenzan de que estoy soñando.
El soñador que sueña que sueña es lo que el tomismo a las causas intermedias, o el tiempo como dimensión a Minkowsky.
El tiempo se puede plegar, igual que el espacio, y acortarse manteniendo su longitud...

(aunque los días de vida de las moscas son tan vida como los siglos de Niemeyer)

Y al final vivimos tanto como la mosca de la fruta -una vida que para ambas especies es infinita-,
Y sabemos tanto sobre Dios como los peces que ahora están flotando dentro del Kursk sobre la reacción nuclear.

(Para Pepe Palacio)

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