viernes, 30 de enero de 2015

Dune, Duino, Donne


(Rilke, Trilce, Circe)

Angeles, amantes y niños.

Mis oscuros grandes pensamientos 
a veces destrozan,
a veces pergeñan,
a veces deciden:
si soy una isla (llena de mí, sin continente -o campanas-),
si soy un Mesías en un planeta desierto,
o mas sencillamente un envoltorio de nada condensada.

El estar muerto es tarea fácil cuando no tienes nada que gritar, y los arrebatados antes de su hora nos necesitan más que nunca.
Pero en mi mano poseo la prueba de que tomo otras manos,
 y en mi sueño, la del caos de cada nocturno mundo interno, 
donde niños muertos se me acercan.
(Tengo mucho que clamar para muertes fáciles)

A la verdad no he terminado de crecer,
Y mi intervalo entre mundo y juguete no existe:
como los recuerdos de los animales,
como las añagazas de las tierras mudas
-o baldías-
de la ciudad del dolor, 


donde cae todo lo dichoso.


L.

(Hoy, Gaspara Stampa se habría quedado en su casa, -chez longue tornada en banqueta y papel en pantalla de sucio PC-, y toda la ciberpornografía le habría impedido escribir)

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