Estas y otras reflexiones similares fueron el resultado del feliz visionado, 20 años después, de Besos Para Todos en la Academia de Cine, acompañados de todo el elenco y equipo de producción, que recordando un rodaje feliz, un equívoco de la maravillosa Emma Suarez y que toda buena comedia trasciende la aparente sencillez regalaron a los presentes un debate donde brillaron la espontaneidad, el buen recuerdo y la conviccion de que el tiempo contempla con benevolencia y agrado todo trabajo bien hecho.
Ni la incultura ni el virus podrán con el cine hecho con el corazón y la cabeza.
... Y como pudo atestiguar Eloy Azorín, en brazos de la mujer madura es donde mejor se está (si no lo digo, reviento).
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