La vida, además de cruel, puede resultar en ocasiones gratamente curiosa y casual. A raíz de unos comentarios vertidos en conversaciones de esas distendidas, de las que se dan compartiendo un café, un agua con gas o un pincho de tortilla, he aquí que un pequeño grupo de personas a quienes aprecio, tanto humana como profesionalmente, han venido a dar con el blog de marras. Con uno de ellos, me he comprometido a enseñarle cómo confecionar blogs -mala cosa, porque es imposible competir con él y me va a quitar todo mi público-. Otro, a su vez, me está regalando parte de su tiempo para enseñarme cosas que no sabía -y ahora sí, gracias a él- sobre lo que ocupa mi jornada laboral; eso, además de compartir profesión, conversaciones de buceo y afinidad con la trilogía del Padrino (en especial, su banda sonora). Respecto al tercero... Ya sabe él quién es. Pista: dame un pasaporte, Danton, que me voy a los USA a forrarme con el ladrillo y a vivir como un príncipe -en Benevento- (lo de Chateaubriand, el vicio y el crimen, ya está muy manido como pista para saber de qué Carlos M. hablo). Un placer teneros por aquí, y sabeis que lo digo en serio.
P.S.- Por cierto, pego el URL de un blog verdaderamente magnífico, sugerido por Ignacio (se agradece, aunque no se esperaba menos): http://confrontationright.blogspot.com/
L.
jueves, 4 de octubre de 2007
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