... Ciertos hombres, antaño prudentes, se dejaban fotografiar ataviados de ricas indumantarias y rodeados de (otras) bellezas...
... Mientras las distintas estancias se iban llenando de gente conocida y por conocerse...
... Y la cocina, merced a la siempre poderosa mandrágora...
... devenía, como siempre, el camarote de los hermanos Marx...
... lo que asombraba a unos...
... dejaba indiferentes a otros...
... hacía ver doble...
... Casi acaba en Tragedia...
... Y al final fue agotando a todos hasta que, dulcemente se apagó dejando, espero, un buen sabor de boca a quienes vinisteis, para así repetir. Esta es vuestra casa
Gracias por venir y hasta la próxima. Y a Marga, Luis S., la gente de siempre y los compis de la EJ, la espera no será larga para una próxima.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Montse y yo lo pasamos estupendamente, gracias a ti y al resto de tus variopintos coleguitas. ¡Viva la fiesta!
Publicar un comentario