lunes, 15 de septiembre de 2008
Se acabó (al fin)
Al fin puedo descansar. Gracias a todos los que han estado. A María Jesús, por las ideas; a Bolívar, por hacerlas posibles; a José, por el dinero que me faltó y tardó dos nanosegundos en poner en la mesa; a Angelote, por sus gestiones financieras; a los papis, por estar ahí; a Rubén, por estar cuando el otro no estuvo; a Fernando y Dani, por su visión estética; a Quico, por chuparse cuatro pisos subiendo armarios, azulejos et alii; a Juan Carlos, por acompañarme a Celestino Viejo, Villamanta, por el exprimidor de Stark, el ingenio de Arola... a los compis, por su comprensión. A los amigos, por el ánimo. Esta es vuestra casa. Cuando queráis, tomad possión
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