lunes, 16 de mayo de 2011

Los cuentos de hadas son incompatibles con las segundas partes

Siempre me pregunté cómo habrían sido las segundas partes de Pretty Woman, la bella durmiente o Blancanieves: parejas que no se conocen, presas de coups de foudre inexplicados e inexplicables o cegadas por los oropeles del poder, la fortuna o el rango: ¿y tenemos que creernos que fueron "felices por siempre"? El único final digno que he leido nunca para un cuento de hadas no se encuentra en un cuento, sino en una Epopeya, la de la Torre Oscura, de Stephen King, muy al final, cuando dos de los protagonistas se reencuentran, en otro mundo. Y Stephen King -mejor de lo que la mayoría piensa- razona algo así como que fueron todo lo felices que pudieron: tuvieron momentos buenos, momentos malos; momentos increibles y momentos en que todo estuvo a punto de caer: pero tuvieron una vida juntos, y no una mera oportunidad.
Así es el mundo, en que el mejor final a veces se encuentra en un relato de terror, y los finales de pesadilla son a menudo el corolario de una bonita boda, con sesión de fotos en el Parque del Capricho y boda de 400 asistentes en el Casino de Madrid.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé cómo pero su sagaz reflexión me ha hecho reflexionar sobre lo que ocurre con los amigos. ¿Cuántas personas nos acompañan durante toda una vida? Es cierto y claro que el tiempo en si mismo considerado no es criterio suficiente como para juzgar algo como moralmente valioso, pero no lo es menos que si suma o se convierte en la prueba real -si se quiere decir así- de que algo ha merecido la pena. Para bien y para mal, y el tiempo que atestiguó...ese es mi final (el mío sería un libro descojonante de humor). V.

Anónimo dijo...

Al comentarista nº1, si , de acuerdo, lo que pasa es que la experiencia nos demuestra que unos amigos van y otros vienen. Y es más:muchas amistades las frecuentamos más por costumbre que porque realmente lo que nos una a ellos sea algo profundamente elegido y sintamos como valioso o enriquecedor, para rellenar tiempo. Un abrazo, M.

Anónimo dijo...

M? Eres chica o chico. Me ha gustado tu comentario. Gracias. Si eres chica y me quieres enriquecer más...pues no lo dudes. V´.

demagophobe dijo...

Lo de los amigos lo dejo para otro post que de seguro será largo, largo. Solo aventurar que mi experiencia me ha demostrado dos cosas que, a fecha de hoy, tengo como dogmas:
a) Quien no tiene amigos, es porque no los merece, y
b) Tengo que que quitarme el síndrome crónico de ONG, que todavía me atenaza y cuyos síntomas aún perviven en mí: a veces sigo creyendo que algunas personas si están solas es porque la sociedad, injusta, les rechaza (y no porque, simplemente, son idiotas, tíos rarísimos a la par que hostiles, o del tipo que piensa que es mejor rechazar precautoriamente a ser rechazado). No obstante, sigo en tratamiento. Ya lo he superado con tres, uno de cada tipo

D.

Anónimo dijo...

Algunas canciones de Eurovisión de este año sí que parecían un auténtico Fairy Tale ... y otras parecían sacadas de un concurso de cuentos de terror. ¿No se merece un post el Euroconcurso o es que el "Creador D" considera que el fenómeno eurovisivo, con sus millones y millones de fans, no es digno de merecer uno de sus famosos post? A mí me parece que podría hacer un gran trabajo literario con el análisis de los diversos especímenes ...
C.C.