Podrido en sus ramas, podrido en la suciedad de cada una de sus calles, y podrido por dentro: a los pobres turistas que tengo a mi lado les acaban de robar la cartera.
Esto no puede seguir así.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario