lunes, 20 de marzo de 2017

Bella y educativa parábola postmoderna


En esta época de posverdad transversal y empática, mi resiliencia me condujo a poner en valor puntualmente mis tensiones acudiendo -en lugar de a un coach- a un gastrobar con mobiliario vintage de zona recién gentrificada, lleno de hipsters con mostacho que bebían rooibos y té matcha... donde la única persona normal que he visto en mucho tiempo se apiadó de mí y me  desempoderó la tontuna de una buena guantá a mano abierta.

Gracias, gracias, gracias

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