miércoles, 19 de septiembre de 2007
Keep carpeting
Hoy he tenido otra ocasión de departir, esta vez amigablemente y sin códigos Civitas volando de por medio, con el gran Maestro C...chetíades, amo du mot juste y paladín del culto a la técnica jurídica, con el que he -hemos, pues generoso lo es un rato- compartido disquisiciones jurídicas, codazos asesinos, lapsus de tipografía y tequila Don Julio de bastantes lustros. -"Entre la sustancia y los accidentes siempre ha habido un mundo"-, me lanzó él, así como quien no quiere la cosa y repentinamente; gracias a Dios, estaba cerca mi adlater Johnnie C. Huts, quien le lanzó un retruécano del mismo nivel y hauteur: "me has obnubilado, C... íades". De ahí, pasamos a comparar mi visión transpiratoria de la consideración de los detalles o nuances frente a su culto, de iure y de facto, a toda pequeña afirmación que prometa una divertida sesión de disgresiones jurídicas. En otras palabras, frente a la lasitud que ciertos detalles provocan en mi zona erótico-festiva, él, cargado de dialéctico encono, y acusándome una vez más de temeraria irreflexión resolutiva, opuso su culto a toda aquella cuestión que, por pequeña que pueda parecer a los ojos del admitente, encubra una maravillosa, rica, didáctica y, ante todo divertida, oprtunidad de elucubrar sobre Ihering, Jellinek, Mucio Scaevola, Manresa, y sus progenitores femeninas. ¡Viva Omega Spielhalle, recórcholis¡
Mensaje en clave sólo para iniciados que formen parte de la nave espacial que hay al lado de cierto Colegio Mayor y Universidad Privada.
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1 comentario:
Entre otras muchas virtudes, nunca me cansaré de enaltecer la extraordinaria capacidad profesional de Demagophobe, dentro de la cual destaca sobremanera – teniendo en cuenta los tiempos que corren en España – su más absoluto respeto por la ética. Desgraciadamente, me temo que su caso constituye la excepción a la norma, y que en nuestro país abundan más bien administradores de justicia con los conocimientos de fondo y el sentido de la moral profesional por debajo de mínimos aceptables. Ayer leí sobre un caso de esto último absolutamente inaceptable:
LOS JUECES TAMBIÉN SE COPIAN
http://www.elpais.com/articulo/espana/jueces/copian/elpepuesp/20070919elpepinac_17/Tes?print=1
¿Es posible que jueces de tribunales diferentes redacten exactamente la misma sentencia sobre un mismo caso? Es decir, ¿que argumenten con las mismas palabras y los mismos puntos y comas un hecho concreto? A todas luces no, salvo que uno de los tribunales haya copiado la sentencia del otro. Pues sólo eso cabe deducir de lo ocurrido en la Sección Segunda de la Audiencia de Valladolid. El asunto sería irrelevante si no es porque detrás hay un camionero condenado a tres años de cárcel que había logrado que el Tribunal Constitucional ordenase revisar su caso.
El tema es el siguiente: el camionero Santiago Serrano fue condenado a tres años por el Juzgado Penal 3 de Valladolid. Cometió una imprudencia que costó la vida a cuatro personas. La Audiencia de Valladolid dictó tiempo después otra sentencia y ratificó lo hecho por el juzgado penal, lo que convirtió en firme el fallo. Sin embargo, el abogado del camionero apeló al Constitucional porque al menos uno de los jueces de la Audiencia estaba contaminado: había resuelto recursos sobre el caso durante la instrucción del mismo y luego, además, intervino en la sentencia definitiva. La ley prohíbe que los jueces que resuelvan recursos de la instrucción luego los juzguen. Es una garantía de los justiciables. Como esto se incumplió, el Constitucional ordenó revisar la sentencia y otros jueces de la misma Sección Segunda de la Audiencia revisaron el caso. Pero lo curioso es que han redactado la misma sentencia que ya existía y que el Constitucional ordenó revisar. La misma. Hasta los fundamentos jurídicos de la segunda sentencia son iguales que los de la primera: idénticas frases, idéntico contenido.
Lo único distinto son los encabezamientos de ambas resoluciones. Esto es, los nombres de los jueces, la fecha y el número de las sentencias. La primera sentencia, fechada el 12 de abril de 2004, la suscriben los jueces Feliciano Trebolle, Fernando Pizarro y Miguel Ángel de la Torre. Y su número es el 115/2004. La segunda sentencia fue dictada el pasado 13 de junio por los magistrados Ángel Muñiz, María Teresa González y Ángel Santiago Martínez. Obviamente también cambia el sello en el que consta la notificación a las partes. En los tribunales, lo habitual es que, de los tres jueces, uno se encargue de redactar la sentencia, el ponente, pero de acuerdo con una deliberación previa de los tres. En este caso, la sentencia ha sido aparentemente revisada, ya que tiene una fecha posterior, pero poco más.
"Esto es una burla a los justiciables", señala Agustín Tornos, el abogado del camionero, Santiago Serrano, quien un mal día de agosto de 2000 arrolló por detrás a un coche y mató por imprudencia a cuatro miembros de una familia. El coche se incendió tras el impacto. El camionero pidió revocar la sentencia al entender que no estaba acreditada la velocidad que se le atribuía, ni su supuesta alcoholemia. En el recurso que el abogado Agustín Tornos presentó ante el Constitucional se alega que el asunto había sido sentenciado por jueces que habían resuelto recursos durante la instrucción, y se pedía la nulidad del fallo.
El Constitucional le dio la razón y ordenó que la sentencia fuese revisada por otros jueces. Efectivamente, ha sido revisada por otros jueces, pero éstos han calcado la sentencia anterior. Tornos ha presentado un nuevo recurso ante el Constitucional. "Esto es inédito", se lamenta.
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