Tras... ¿más de un mes? sin escribir, vuelvo. Y como siempre pongo excusas sobre por qué he dejado de escribir, hoy no lo haré, aunque la espontaneidad pudiera jugarme una mala pasada al respecto. Sigo sin Internet en los sitios en que moro, razón que se añade a las otras, y el trabajo es sagrado, así que no abundaré, tampoco, en los motivos técnicos, para poder retomar mis funciones a la mayor brevedad. Lo cierto es que la proximidad temporal de los Prehimalayas, la Feria del Libro, los amigos reencontrados (que compensan a los no-amigos que se cayeron definitivamente), la dulzura de ciertos rostros, las satisfacciones laborales y el ver cómo los viejso están cogiendole el gustillo a las escapadas de fin de semana constituyen razón más que suficiente para superar la ausencia de ADSL y, furtivamente, ir poniendo cosillas de nuevo. Gracias a los que me habeis recordado que esto se había parado, y os regalo, en el post que sigue, una pequeña maravilla inspirada por cierta mejicana excepcional (la otra mejicana excepcional, desgraciadamente, desapareció, aunque espero que no definitivamente: en la memoria, sigue).
Gracias por todo a todos
martes, 9 de junio de 2009
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1 comentario:
Las personas toman rutas distintas cuando buscan la felicidad y satisfacción. El hecho de que su ruta no coincida con la suya no quiere decir que se hayan perdido (H. Jackson Browne)
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