Hay veces que quisiera que me odiaras,
como cuando se que te lastimo.
Es entonces cuando desearía que me lanzaras al abismo,
me pisaras el corazón o me arrancaras las venas.
Pero sigues ahí,
para recordarme lo miserable que soy cuando no te tengo,
cuando no te poseo o cuando sólo te imagino
(A.G.G.R.)
jueves, 14 de febrero de 2008
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