martes, 17 de junio de 2008

India (II). Delhi

Sigo sin poder colgar las fotos. En breve. Y lo digo por mí, no por el mayor o menor interés que puedan tener. Delhi... Delhi es un sitio artificial. Raro. Como el París de Hausmann, pero sin ser París, y sin que haya existido alguien como Hausmann. Delhi es forzado, y nunca será como París, porque la tabla rasa parcial de París salió perfecta, y Delhi, no. Miro Connaught circle, su decadencia, y el brutal contraste entre la inicial geometría de sus formas y la colmena que ahora mora entre sus edificios. Sólo que entre estas abejas no hay ninguna reina que de cohesión al panal. Y el panal se rompe. Hay fotos que he hecho, pero no con la cámara. Del tipo de fotos que se revelan sólas y dejan el negativo directamente dentro.

Notas sueltas

El exceso.
El orden
La muerte del orden.
La rendición ab initio a algo más que el caos.
Ganesha, antes de morir a manos de su distraido padre, tenía barriga y rostro humano.
La decadencia de la colonia inglesa dio lugar al orgullo hambriento, pero a los no censados nadie les escucha, porque no existen: ni nacieron, ni morirán.
La muerte que te mira a los ojos para pedirte limosna que no le quedan fuerzas para agradecer.
¿Es malo dar a quien te pide para comer hoy, ahora?
¿Cuándo llegan las cañas que damos a los que no tienen peces?
¿Cómo puede llegar ayuda para quienes no existen, salvo para sí mismos?
¿dónde vuelven los sinnombre?
¿Pueden no quedar fuerzas ni para revelarse?
¿Puede un determinado credo sumirte en el absoluto conformismo, o es sólo la falta de fuerza física para alzarse?

(Mañana a las 5 en pie, para ir a Agra en tren)

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