Jaimín -padre de una maravillosa hija llamada Clara, que tengo el orgullo de llamar sobrina segunda-, duda sobre la conveniencia de plasmar excesiva intimidad en los blogs. Facebook, Twitter, los blogs personales, la información que roban los cookies, la que obtienen sin permiso ciertas antenas de países "democráticos"... configuran una red de captación de información como nunca ha existido en la historia. Mi querido ISY siempre dice que el ser paranoico no implica que no te vigilen, por eso un día llegué a la conclusión de que como, si quieren, van a obtener toda la información que quieran, perder tiempo en andar escondido no vale la pena. Siempre que, obviamente, no renunciemos a nuestra propia intimidad, y mantengamos la decisión sobre lo que queremos desvelar, y a quién. He intentado no abusar de mi individualidad, y por eso mi semblanza ni aparece ni intentaré que aparezca en este blog, salvo contadas excepciones. Pero creo que mostrar un pequeño espacio del lugar donde pasdo la mayor parte de mis horas, ni perjudica ni conculca dicha convicción, así que he aquí el pequeño reducto de libertad de mi despacho, donde he intentado concentrar vida, libertad y recuerdos. Falta la foto grupal de los compañeros, que ocupa un lugar de honor, pero de esa intimidad sí que no puedo disponer. Una pena, porque hacemos buen grupo, y yo salgo, excepcionalmente, con traje.
L
lunes, 21 de diciembre de 2009
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1 comentario:
Yo hubiera puesto un Geyperman por ahí. Puede parecer hortera, pero le habría dado un puntillo muy güay a la librería.
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