martes, 25 de mayo de 2010
"It's easy being nuts: try being me" (the fisher king", by Terry Gilliam)
memorable frase de Jeff Bridges a un Robin Williams en estado catatónico, tras revivir el drama de ver a su mujer abatida ante sus ojos por el disparo de un psicópata. Esta imputación de lo cómodo que es refugiarse en la locura, unido a otras reflexiones de similar calado (vale la pena ver el cameo del divinizado Tom Waits como mendigo veterano de Vietnam: a lo mejor lo cuelgo también) le valdría una nominación para el Oscar, así como la concesión de la estatuilla a Mercedes Ruehl como mejor actriz secundaria en un papelón que parece mentira que derive de un guión original. Si es que Gilliam, cuando no se dedica a pillar financiación, es un genio. Nota: el papel de reinona bigotuda de cabaret descendida a los infirnos que hace Michael Jeter (el condenado canadiense que amaestra a Mr. Jingles en "la milla verde"), también memorable
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