lunes, 31 de mayo de 2010
Otra reflexión rápida...
... a caballo entre el trabajo, la (posterior) preparación del examen de esta tarde y la última noche con Tom y Mary. Javier Marías, en su excepcional discurso de ingreso en la RAE, defiende con la más genial de las racionalidades cómo las diversas ficciones, por ser delimitadas por cada uno de sus autores, constituyen el único género que no se puede pervertir del modo que cada cronista pervierte -aún sin quererlo- la realidad que, percibida, comunica de un modo u otro. Yo creo que la ficción también se puede pervertir cuando es usada por terceros distintos de sus creadortes en auxilio de tesis espurias y, por ende, bastardas. Ni Tintin era racista, ni Sherlok Holmes se pasó nunca con el opio, ni Asterix y Obelix pretendían otra cosa que vivir en paz en su aldea, sin nadie que les molestase (salvo la idea de que el cielo les cayera sobre la cabeza, pero eso era más bien un TOC de Abrazopartidix). Tampoco Rocamadour pretendía trascender en exceso, ni Proust hubiera dejado de cambiar el recuperar la salud por el tiempo que tuvo para escribir como consecuencia de su estado, ni Kafka habría dicho que no a un buen médico de este siglo... Cada autor es lo que es, un pequeño Dios que, soñador, nos da algo que nunca morirá, y cada criatura, por hija de su autor, no debiera ser más lo que cada autor quiso. Ir más allá, y sacar significados, e intenciones... no me vale porqe, entre otras cosas, atenúa el sano disfute que sólo la espontanea lectura puede darnos. Y eso, señortes, no tiene precio
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