martes, 18 de mayo de 2010

Tan lejos, tan cerca (Himmel über Berlin, II), de Wim Wenders

Van Gogh dibujó su rostro como el de Lázaro en su brutal cuadro; Dalí hizo lo mismo en muchas de sus obras. Ilia Repin plasmó el sufrimiento del error paternofilial cuando es irreparable... Yo prefiero el concepto de redención que Wim Wenders plasma en "el cielo sobre Berlín" y su secuela. Si encima, el angel que te acompaña es Nastassjia Kinski, sobran palabras. Junto con Blade Runner y el séptimo sello, los tres peliculones que me llevo donde sea.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran película, si señor. Yo también he entablado una relación especialísima con determinadas películas...,
pero este es su "Blog(-creador-de"),no el mío.Obra de arte dicha peli.Saludos.

demagophobe dijo...

Me alegra tenerle de nuevo por aquí, querido anónimo. Se le extrañaba, que dicen los argentinos. Inútil pero necesaria reiteración: este no es mi blog, lo único mío es la idea. Si este blog lo hicieran todos y pudiera objetivarse de verdad para convertirse en un espacio común, habría logrado mi propósito. Los blogs -e Internet en su conjunto- deberían servir para unir, globalizar y plasmar físicamente que la distancia no existe cuando existe la voluntad. En dos ocasiones he estado con sendas personas que residían a escasos metros de mí -literalmente- y sólo las he encontrado una vez. A senso contrario, mi amor platónico de la adolescencia sigue conmigo, aunque viva más allá de uno de los charcos. Un saludo.

Anónimo dijo...

Es una tontería, pero siempre que veo esa foto me recuerda un viaje que hice a Madrid, bueno en realidad el único porque nunca había estado allí, y nunca he vuelto a ir.

Anónimo dijo...

Alguien estaba cansado porque el día de antes había sido su cumpleaños, y al ir a enseñarme un piso que se acababa de comprar podrían haber sacado esa misma foto. Si en el fondo soy un angel. Muyyyy en el fondo. Bss