jueves, 10 de marzo de 2011

Ella llegó tarde...

... subió rápido

(pensando que, como siempre, nadie la esperaba)
Y no miró al saloncito donde,
mínimo,
había vivido años que ya no recordaba,

-porque eran años, sin felicidad, sin odio, sin rabia... vacíos-.

Se desnudó, se metió en la cama
-sola, también, como siempre desde el accidente-
y oyó voces

abajo,
distantes,
pero conocidas.

Y bajó: y les encontró

a sus padres, que hace mucho que ya no estaban
a su marido, a quien perdió hace ya tres años
(cómo pasa el tiempo)
a los abuelos, con la misma sonrisa de cuando era pequeña
a su primer jefe, con la misma cara de protestón tozudo de siempre
a su primer amor, a quien, una vez y de repente, no volvió a ver ya más

Y comprendió. Y les preguntó si, al fin, venían a llevarla a un sitio mejor.

y ellos respondieron

No, porque hace 10 minutos que ya estás con nosotros. Solo venimos a acompañarte donde has de ir.

(por la mañana le cerraron los ojos que, fijos, miraban más allá del techo)

2 comentarios:

Leónidas dijo...

interesante.
¿es tuyo?
supongo que sí.

demagophobe dijo...

Eslo, eslo