jueves, 25 de febrero de 2010
En tierra hostil (The Hurt Locker). De Katheryn Bigelow
Cameron y su Avatar lo van a tener bien difícil para llevarse alguna de las estatuillas que valen la pena, y todo gracias a su ex. Para mí, decir que una película es redonda no equivale a que sea perfecta, sino más bien a que empieza bien, se desarrolla suavemente y termina igual de bien que empieza, enlazando el buen sabor de boca del final con el del principio y, de este modo, olvidando los fallos de lo que ha pasado entre medias, que, casualmente, es toda la película. En tierra Hostil cmienza igual que termina: innegablemente bien. Si a esto unimos una óptima selección del tema, una mezcla de acción, contenidos, mensaje y cameos digna de ferrá Adriá y una escenografía tan buena que se mimetiza con el espectador, tenemos lo que vi ayer. Es una pena que no pueda comentar más, más allá que habla de un equipo de desactivación de explosivos en Irak y de una frase que un soldado de Vietnam dejó escrita: "Cuando estaba allí, sólo pensaba en volver a casa. Desde que he vuelto, sólo pienso en volver a la jungla, para poder echar de menos de nuevo mi hogar".
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