lunes, 22 de marzo de 2010

Star Wars in concert: Madrid, 20 de marzo de 2010






Los hermanos tenían razón: si me lo llego a perder, me habría arrepentido. Aconsejo a todo el mundo que, al menos una vez en la vida, acuda a alguna Comic con (feria del comic), Toycon (feria del juguete) o accontecimiento como el del sábado, para poder observar a los frikis (del inglés "freakies") en su entorno. El friki respira, come y corteja con los de su especie, precisando un Leit Motiv en su vida tipo "he de convertirme en el gurú de las figuras AFA"; "he de montar una Asociación friki paralela a la oficial"; "he de ser el friki con más Yak face repes del mundo"... y similares aspiraciones que, abstracción hecha de otros detalles sin importancia, se erige en la verdadera razón de ser y existir del friki. Datos esenciales a la hora de identificarles son la afición al travestismo en sentido lato (aprovechan cualquier ocasión para disfrazarse de Luke, oficial Nazi de Indiana Jones o personaje Ottaku); la tendencia al sobrepeso; la presencia de sus madres en su vida, que se erige en constante cósmica; el rechazo preventivo -e inmediato- a otros grupos sociales -en especial deportistas, moteros y pijos- para poder decir que han sido ellos los rechazantes, y no los rechazados, y, last but not least, la afición a Warhammer, chats, blogs y foros varios, en que se ponen los nombres de sus personajes favoritos, acompañados de montajes de Fotoshop en que aparecen como pilotos de X-Wing, Leónidas, Aragorn -a ninguno se le ocurrirá disfrazarse de Bilbo, Sam, Merry o Pippin, no...-, circunstancia ésta que hace que pasen las horas muertas pegados a sus PC's -tuneados, obviously-, y desarrollen unos pedazo panderos dignos del entorno de Oprah Winfrey. En todo caso, hay que darles las gracias por muchas, muchas cosas, entre otras, por publicitar espectáculos como el del sábado que, hay que admitir, fue único.
El señor de las dos últimas fotos es Anthony Daniels, que dio vida al imperecedero C3-PO, el androide dorado de protocolo que, con acento inglés, presumía de saber, además del bogie, más de once millones de formas de comunicación. Como buen friki, la mera cercanía de unmito tal me tuvo encandilado, que dicen los canarios, la mayor parte del espectáculo: pena de focos que me quemaron las fotos de la cara...
L

Luis Hostalot, Anthony Daniels, Carlos Atanes y Gong Li





Los cuatro representan, para muchos y para mí, un montón de cosas: Luis, por amigo y pedazo de actor, al que Almodóvar -vaya Ud. a saber por qué, yo sí lo se- dejó de lado tras "qué he hecho yo para merecer esto". Anthony Daniels, por encarnar al mítico C-3PO de la mayor trilogía de todos los tiempos. Carlos, por más que amigo, director de cine de culto y gran tertuliano, y Gong Li, fetiche en más de un sentido de Zhan Yimou, por su serenidad y belleza -no bella serenidad ni serena belleza: creo que se ha retocado, y más de la cuenta-. Los cuatro confluyeron armonicamente este puente, para darme un poco de la tan ansiada paz. Luis, a través de su Quijote, que está presentando en la Sala Mirador (c/ Doctor Fourquet 31, donde la Katarsis) y donde interpreta magistralmente al de la triste figura, Sancho y el narrador, en un personal montaje donde él solito se come al público, que entra a cada guiño que hace. Vamos, lo que se dice teatro del de antes, donde un actor se enfrenta a una sala, y sale vencedor: la puesta en escena es única y más que resultona, en un espectáculo en que el Hidalgo se emociona (y emocionándose, nos emociona), hace magia y hasta canta: váyanlo a ver, por favor. El Señor Daniels me contó la trilogía de la Guerra de las Galaxias -y no se qué otra porquería sobre la infancia,juventud y perversión de Anakin Skywalker: sólo hay una trilogía, señores-, a los compases de la Royal Philarmonic de Londres, en una velada única y, admitámoslo, impresionante. Con Atanes disfruté de una cena exquisita -gracias, Timonaca- y una madrugada de domingo en que casi, casi, arreglamos el país sin el justificado miedo a ser indistintamente calificados de fachas o progretas; cena culminada con la promesa del futuro visionado en familia de "maximum shame", su última peli (en fase de montaje), en su casita, ya con Arturo en la cuna. Y como guinda, el gallego y yo disfrutamos de "sorgo rojo", la presentación en sociedad de Zhan Yimou. Me gustaría decir todo lo que cierta gente dice de esta peli, pero... pelín lentilla, seamos sinceros: con los cuartos de hora inicial y final hubiera bastado.
Buen puente de crisis en que se han hecho más de una cosa, en buena compañía

jueves, 18 de marzo de 2010

"Estamos jugándonos los cuartos con Maquiavelo"

Y ya, atraída vuestra atención con la cita que acabo de oir a Lucano, os deseo un feliz puente (que yo pasaré en Madrid, merced a los buenos oficios de las facturas de la mampara de baño y del vuelo a Pekín) y os dejo unas agradables citas, oídad, sobre todo, de la prodigiosa mente de Jesús regis: no todo va a ser cine chino y reflexiones existenciales, leche:

Estoy más feliz que Quasimodo en Corporación dermoestética

Estoy más agobiado que el fontanero del Titanic

Estoy más perdido que Pulgarcito en una panificadora

Trabajas menos que el fotógrafo del BOE.

Estás más perdido que Wally en el Frente Atlético.

Tienes menos luces que una lancha de contrabando.

Tienes más trabajo que el cirujano de Cher.

Es más largo que la infancia de Heidi.

Estás más contento que Geppeto con una Black&Decker.

Tienes más miedo que Pinocho en Bricomanía.

Estás más tieso que el codo de un click de Playmobil.

Tienes menos vista que el ángel de la guarda de los Kennedy.

Tienes menos luces que el camerino de Stevie Wonder

Estás más fuerte que un cubata de lejía

Eres más breve que el vocabulario del Correcaminos.

Estás más jodido que las toallas de Eduardo Manostijeras.

Tienes peor cara que los jamones de Simago.

Eres peor que la Duquesa de Alba jugando a Cifras y Letras.

Estás más rígido que el bigote de Charles Bronson.


Trabajas más que el chapista de Mazinger Z.

Eres más sospechoso que un gitano haciendo footing.


Tienes más peligro que Eduardo Manostijeras poniéndose Hemoal.

Estás más gastado que la piedra del mechero de Bob Marley.

Buen puente.

L

martes, 16 de marzo de 2010

Pequeño apunte...

... en medio de pausa del café (como la egipcia de las lentejas, pero en corto). Ha llegado al Prado "las hijas de Edward Darley Boit", de Sargent, y la han puesto en la Sala de las Meninas, para que la gente compare. Si es que al final, estaremos haciendo cosas bien y todo...
L
PS.- También parece que la monográfica de Anish Kapoor en el Guggenheim promete: al menos, las instalaciones tienes pinta de ser, indudablemente, instalaciones. Nos quedaremos con lo del cañonazo y, como tantas otras, esta muestra pasará a nuestra memoria colectiva como "la de los cañonazos cada hora". Genio y figura

lunes, 15 de marzo de 2010

Siguiendo con la fiebre china...

... Anuncio a los millones de ávidos seguidores de la obra de Cao Xuequin en España que... ya tenemos la edición ilustrada del "Sueño en el pabellón rojo", la obra magna de la literatura china que, al igual que el libro de la magdalena de Proust y los tractos fecalo-literarios de Joyce y su Ulises, he comenzado tantas veces como veces no he podido seguir, de plomos que llegan a resultar, los pobreticos. La Iglesia incurre en error al no comenzar desde ya el proceso de canonización de héroes que, como los ilustradores del Sr. Cao, intentan acercar obras pelín difíciles de leer al público más global (todavía recuerdo con temor las páginas dedicadas a explicar la broma consistente en meter una mariposa de jade debajo de la almohada de la vieja abuela: clavaíto a Muchachada Nui, señores), hito heroico acometido también con la citada Recherche y algún día, espero, con el Ulises de Joyce -Señores Gilbert & Linatti, déjenme en paz-, Rayuela o la Montaña Mágica, que me costaron un parto (y un puerto, al que fui con la carta al juez y una pesa de cien kilos al cuello, nada más terminarlos). Así que, de verdad, espero que alguien lo compre, para animar a que se sigan haciendo estas cosas que, por cierto, siempre resultan muy bellas: la sensibilidad nunca desaparece

Las generaciones del cine chino


Al cine chino (distinguir de los cines de Taiwan y Honk Kong, considerados distintos) le pasa lo que a los microprocesadores: va por generaciones. Prescindiendo de los clásicos clasiquisísimos -que diría el papuchi-, el buen cine chino hay que verlo desde su quinta generación de directores, en que películas como "sorgo rojo", de Zhan Yimou; "la tierra amarilla", de Chen Kaige y "la cometa azul", de Tian Zhuangzhuang, se abren camino entre películas previas, más bien acomodaticias, que poco -o nada- decían. A estas películas les seguirían maravillas como "vivir" o "adios a mi concubina", de los dos primeros directores respectivamente, pero sobre éstas ya se ha escrito demasiado.
Tras esta quinta generación podríamos decir que el cine chino comienza a conocerse -y venderse- fuera, al desgraciado albur, quizás, de películas más taquilleras como "Hero", "la casa de las dagas voladoras" o "tigre y dragón", hasta el punto de que ciertos sectores del organismo de cinematografía del Partido fomentan la creación de películas de cine independiente (que no se diga que cuando los chinos se ponen, no intentan hacer las cosas completitas): es el comienzo de la sexta generación, de la que se han de ver "naturaleza muerta", de Jia Zhang Ke; "la ducha", de Zhang Yang, o "el último viaje del juez Feng", de Liu Jie.
Con estas 8 pelis, bastaría para crear en el espectador un estado de ánimo y la capacidad de poder hacer su crítica personal del panorama actual del cine chino y, además, para transmitirle una visión bastante completa de una China que intenta llegar al difícil equilibrio entre tradición y modernidad, laicismo y superstición y, peculiarmente, partido, revolución cultural y la irrupción de valores antaño despreciados y hoy, imparables.

Esta noche voy a ver "naturaleza muerta": ya os contaré.

L.

PS.- Para los adictos a las listas, el diploma de "experto oficial en cine chino" será otorgado a quien vea -transcribiendo el listado del Instituto Confucio- los siguientes largos metrajes /metrajes largos:

a) De la quinta generación:
Ju Dou
Shanghai Triad
King of the children
Life on a string
Together
The Go Master

b) de la sexta (generación, no cadena, ojito):
Xiao Wu/ pickpocket
Platform
Shanghai Dreams
A Sigh
Assembly
The Sun also Rises

El que las vea todas, POR FAVOR, que me contacte...

martes, 9 de marzo de 2010

La tolerancia

Para mí, tolerancia es aceptar, tanto teórica como prácticamente, que hay gente que no piensa como yo, y que la libertad de ideologías, religión y creencias nos hacen libres, de modo que tener a gente alrededor mío que piense de forma distinta no sólo me enriquece, sino que, pensando egoistamente, me aporta. Y si, más allá de aceptar a quienes discrepan a mi alrededor, les acojo y les cedo mi amistad -en lo poco o mucho que ello valga-, les apreciaré, valoraré sus maneras de ser y me extrañará que gente válida -por valiosa: para mí y para muchos otros- pueda albergar ideas que no sean dignas de reflexión, lo que me obligará, a su vez, a hacer un ejercicio de empatía. Y, poniéndome en su lugar, aprenderé: de causas y razones. Y, aprendiendo, mejoraré.

En suma, tolerancia es aceptar a quienes piensan de forma distinta a mí como potenciales amigos, porque me van a enriquecer. Es fomentar el diálogo y, quizás, así, lograr que las distintas partes evolucionen a través de estos diálogos: a mejor. Porque la mezcla de opiniones discrepantes es el término medio, y en el término medio está la virtud.

Ah, última idea: la tolerancia no debe ser una mera capacidad: su propia naturaleza exige que, para existir, debe ser ejercida: no es potencia, sino continuo acto (sus a los teóricos que se autoconsideran "tolerantes" hasta que dan con quienes rebaten sus ideas). No por mucho que alguien diga que es tolerante y abierto, lo es. Quizás, quizás, exista una relación inversamente proporcional entre las veces que determinados individuos reiteran su tolerancia, y lo que de verdad albergan dentro de ellos.

L

PS.- Invito a quienes se pasan por aquí, sean quienes sean, a que me presten su concepto de tolerancia. Gracias

lunes, 8 de marzo de 2010

Los Oscars...

... Por una vez, han sido justos. Dios mío, temblando estaba de que Avatar se llevar 8 o 9 estatuillas: por entretenida que sea -que lo es-, no estaba a la altura de monstruos como "en tierra hostil". Tendré que reengancharme a seguirlos.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿Dónde quedaron los hombres?

Los que hacían a la mujer sentirse mujer,
sintiéndose ellos como hombres.
Los que imponían la masculinidad a base de pasión y seguridad,
y no a impotentes y frustradas hostias.
Aquellos cuya cercanía era garantía de que todo iría bien,
de que todo estaba bajo control,
de que nunca pasaría nada malo mientras estuvieran al lado.
Aquellos cuyo hombro era un pilar,
cuyo brazo, un puerto
cuya mano, una promesa de ambivalente ternura.
Que sabían que había un momento para todo,
y que ese todo, requería que no faltara nada:
ni pasión,
ni fuerza,
ni rudeza,
ni amor,
ni amabilidad,
ni una flor,
ni una palabra,
ni buena arena con cal inofensiva
(de esa que alimenta la espera),
ni unas riendas que tomar,
ni el continuo respeto,
-siempre compatible con la complicidad, mutuamente aceptada, en ciertos rincones-
ni el brazo que pasa por el talle,
ni la admiración por lo bien hecho,
por lo femenino,
y todo, todo, en su debido momento:
el momento debido.
Los que saben que el mayor egoismo es acumular satisfacciones de dar,
y ese egoismo, sí lo ejercen.
De esos hombres, quedan:
no muchos, pero quedan.

jueves, 4 de marzo de 2010

Cuento chino

Hace muchos, muchos siglos, en las altas montañas de cierta cordillera china, un hombre ascendía un pico nevado acompañado por su hijo, su padre y una manta: el anciano padre había llegado a la edad en que, como era costumbre, los viejos de la aldea eran abandonados en lo alto de la montaña sagrada para morir, inútiles ya para cualquier actividad del campo, una boca más que alimentar en medio de la carestía.
Llegados ya a la cima, al divisar una cueva natural, el hombre dijo a su hijo:
-Acompaña a tu abuelo hasta esa cueva, ayúdale a sentarse, dale la manta y, tras despedirte de él, vuelve pronto, que hay que volver a la aldea.
El níño, obediente, tomó de la mano a su abuelo, le ayudó a meterse en la cueva y, al rato, el anciano, con voz preocupada, dijo al hombre:
-Tu hijo sólo me ha dado media manta: haz que me la de entera, al menos para cubrir todo mi cuerpo.
El padre, extrañado ante la conducta de su hijo, que siempre había sido obediente y manso, le recriminó tal actuar, a lo que el hijo, inmutado, respondió:
- La otra mitad de la manta, la guardo para tí.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Para que luego digan de nuestros controladores

"Jet Blue 171, vía libre para el despegue', dice el controlador desde la torre de control del John F. Kennedy, uno de los tres aeropuertos de la congestionada ciudad de Nueva York. El piloto le replica. 'Libre para el despegue, 171'. Hasta aquí todo parece normal. Pero cuando se escucha la grabación del intercambio, comienza el escándalo: el que dirige el tráfico es un niño. No fue el único permiso de vuelo que pasó por las manos del menor el 17 de febrero. Su padre es un controlador autorizado por la agencia del transporte aéreo (FAA). Pero lo que llama la atención es que la torre de ese aeropuerto es una de las que cuenta con las medidas de seguridad más estrictas del país, a raíz de los atentados del fatídico 11-S de 2001".

Fuente: El País, 3 de marzo de 2010

Acabo de enterarme...

... por Jesús, el compi del Instituto Confucio, que la India hay que hacerla en tres viajes: habrá que cumplir tal dictamen, no vinculante pero sí preceptivo, y volver este verano. Como al final los de Hanban no dan beca mensual para verano, intentaré buscarme la vida, conseguir un curso quincenal en Pekín, y luego hacerme Ladakh, Jaipur, Udaipur, Kerala y, si fuera posible, Goa. Si es que hemos nacido para quedarnos en casa viendo la tele sin salir...