Los que hacían a la mujer sentirse mujer,
sintiéndose ellos como hombres.
Los que imponían la masculinidad a base de pasión y seguridad,
y no a impotentes y frustradas hostias.
Aquellos cuya cercanía era garantía de que todo iría bien,
de que todo estaba bajo control,
de que nunca pasaría nada malo mientras estuvieran al lado.
Aquellos cuyo hombro era un pilar,
cuyo brazo, un puerto
cuya mano, una promesa de ambivalente ternura.
Que sabían que había un momento para todo,
y que ese todo, requería que no faltara nada:
ni pasión,
ni fuerza,
ni rudeza,
ni amor,
ni amabilidad,
ni una flor,
ni una palabra,
ni buena arena con cal inofensiva
(de esa que alimenta la espera),
ni unas riendas que tomar,
ni el continuo respeto,
-siempre compatible con la complicidad, mutuamente aceptada, en ciertos rincones-
ni el brazo que pasa por el talle,
ni la admiración por lo bien hecho,
por lo femenino,
y todo, todo, en su debido momento:
el momento debido.
Los que saben que el mayor egoismo es acumular satisfacciones de dar,
y ese egoismo, sí lo ejercen.
De esos hombres, quedan:
no muchos, pero quedan.
viernes, 5 de marzo de 2010
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13 comentarios:
Cada día me gusta más lo que escribes.Me encantaría poder expresarme como tú y tener esa cualidad que Dios te ha dado.
Cuando escribes consigues que además de reflexionar, aprenda de tí.
Pero en esta ocasión discrepo contigo querido Luis.Hay mucho "cabrón" suelto que engaña a las mujeres,que nos hace soñar para despues rompernos el corazón y repartir sus trozos por la Gran Vía.Gracias a ellos nos volvemos inseguras, frivolas,tristes,sin ilusiones....y lo que es peor, perdemos la esperanza de encontrar a un hombre que realmente nos ame..............
Realmente sigues pensando que existen hombres con capacidad de amar?
Tienes toda la razón pero se te ha olvidado una características que tienen casi todos los hombres(no diremos todos para no caer en estereotipos).......SON EGOÍSTAS POR NATURALEZA.Son incapaces de dejar de mirarse el ombligo.Les preocupa muy poco como nos sintamos.Para ellos el respecto,la fidelidad,el amor para toda la vida...etc son sentimientos demasiado sentibles y poco varoniles.Como algunos de ellos dicen despectivamente "cosas de mujeres"
Estoy cansada de aceptar que los hombres me miren el culo o las tetas para darme el visto bueno.Que no se preocupen por lo que siento y quiero, que sean insensibles y que piensen que el mal de amores se supera en 3 meses o mejor yendo a un buen psicologo.
Lamento decirles caballeros que cuando una mujer ama de verdad a un hombre no lo olvida NUNCA.Supera su pérdida pero no lo olvida.A ver si se os pega algo.
A mi tambien me guataría saber ¿dónde están los hombres?
No se si es tuyo el texto, Luís, pero en esta ocasión me produce estupor. Es la cosa mas reaccionaria y machista que he leído en mucho tiempo. Soy tío, pero si fuera tía, desde luego, no me gustaría acercarme demasiado al autor de ese texto.
Querido anónimo: si te dijera que el texto es mío... ¿me dirías tú por qué lo ves reaccionario y machista? Perdoname de antemano, pero soy un firme creyente en los principios de audiencia y contradicción: casi, casi, tanto como creo en la convivencia frente a la crispación, las interpretaciones auténticas frente a la perversión de lo escrito y, ante todo, en quienes, cuando ven al rey desnudo, lo dicen, y no se adelantan a alabar un traje que, seamos sinceros, ni existió ni existirá. Gracias por tu comentario y, creeme, hay bastante gente que consiente tenerme cerca: quizás, incluso, las autoras de los dos comentarios precedentes, cuya identidad y opiniones, empero respeto tanto como la tuya.
Obviamente creo en la audiencia, en la contradicción, en la convivencia y en las interpretauciones auténticas. Pero me dan repelús los hombres que quieren ser hombres y que quieren hacer a las mujeres mujeres (¿lo dijo eso Aznar, o algo parecido?). Creo más en las personas, hombres, mujeres, que no creen ser nada, que viven, que se aman, que mueren, y que nunca creen ser ninguna categoría de esas que, al parecer, tanto te gustan. Saludos
Queridos todos! Permitidme una breve reflexión historíca sobre el significado de la palabra "hombre" en su extensión global.
A través de la historia de los pueblos, se puede rastrear, en cada grupo social, una idea de hombre que responde a las condiciones de la cultura. En este sentido, sólo quiero hacer mención de tres de ellas, en cuanto en tanto son aquéllas de las que hemos recibido mayor influencia y, se podría decir, que han configurado lo que ahora somos. Estas tres miradas son la hebrea, la griega y la romana.
Es de anotar, antes de continuar, que cada una de estas culturas aportó significativamente unos referentes semánticos e instituciones tan relevantes que configura a todo ser humano, según la mirada de bio-psico-social-trascendente. Así, de los griegos hemos bebido la filosofía, el conocimiento, el interés por la investigación y la teorización; de los hebreos hemos asumido la religión, la idea de trascendencia hacia un único Dios, Creador, Salvador y Santificador; de Roma hemos heredado el derecho, por ser ellos solamente quienes hicieron jurisprudencia, es decir, crearon derecho. De esta manera vemos cómo la pregunta por el hombre inserto en el cosmos, en la fu/sis (Phycis) griega, la encontramos desde la filosofía; la pregunta por la trascendencia humana la hallamos en las raíces Abrahámicas y Mosaicas de la religión cristiana, y lo social lo hayamos en las regulaciones de los actos interhumanos, sociales, socializables, en el derecho romano.
Con esta justificación pasemos a lo que nos ocupa centralmente : el concepto de hombre.
Para rastrear el concepto de hombre en la cultura judía, nos tenemos que remitir al libro del Génesis, donde aparecen las dos formas de ver al hombre, una en sentido general y otra más particular.
La primera palabra con que se lo define es mfdf), (adam), es decir, el nombre genérico de hombre (que incluye hombre-mujer, género humano); no obstante, esta misma palabra proviene de la raíz que significa barro, tierra roja. Este término hace alusión precisamente al material del cual, según el mito de la creación, fue hecho el hombre, acompañado del axUr, (rúaj), que indica el aliento divino.
Continuara!....
El otro término que se utiliza para referirse al hombre es $iyi), (Ish) que significa hombre, varón, pero que originalmente
significa fuego. Éste se complementa con el término ha$i), (ishah), traducido generalmente como varona, pero que indica aquélla que enciende el fuego.
Así, pues, tenemos dos perspectivas para ver al hombre tal como lo conciben los semitas. Por un lado se nos presenta definido a partir de su origen, que es doble : priviene de la tierra y proviene de Dios. Así llega el hombre a ser un ser viviente. Ellos emplean el término $epEn, (Nephesh), que, si bien ha sido traducido por alma, para ellos significa el hombre integral, completo, puesto que no suelen hacer la división cuerpo-alma, sino que conciben al ser humano como una unidad indivisible.
Por otro lado está la concepción del hombre según su aspecto relacional y su dimensión erótica. Los israelitas, como el resto de los orientales, hacen la comparación del ser humano con la naturaleza e identifican al hombre con el fuego y a la mujer con el agua. Al varón con el fuego por la forma de hacer su entrada en lo erótico, en la sexualidad; a la mujer con el agua, precisamente porque el proceso de calentamiento y enfriamiento en la sexualidad corresponde a las reacciones del agua junto al fuego. Así, la mujer no es solamente quien enciende el fuego en el hombre, el fuego del deseo y de lo erótico, sino también quien lo apaga, es decir, quien satisface el deseo mediante el placer y el goce.
Para los semitas, eso sí, es fácil comprender que el hombre es, en una única unidad, alma ($epen, nephesh), carne (razaB, basar), espíritu (xaUr, rúaj), cuerpo (VUG, guph), o sea, ser vivo, sujeto mundano, caduco y mortal, persona dotada de una chispa divina vital, yo constitutivamente relacionado con Dios, con los demás y con el mundo, respectivamente. Así visto, es fácil percibir las cuatro dimensiones del hombre, según lo había anunciado al inicio : un ser bio-psico-social-llamado a la trascendencia.
Continuara....
Y los Helenos! tan en boga por su situación económica...y por cierto es con b y no con v como he visto y para mi estupor he leido en ciertos "panfletos rosa".
"Voga" es y será un galicismo y por tanto un error procedente de la adaptación del francés "en vogue"..verdad compañero de colegio!.
En el mundo heleno, es necesario distinguir tres momentos concretos, cada uno de ellos con una idea de hombre implícita. En primer lugar está el mundo de la mitología, antes de Thales, el primer filósofo de Mileto, o sea, el período pre-filosófico; El segundo momento, conocido como pre-socrático, va desde Thales hasta el gran maestro humanista de Atenas; el tercero que va desde los clásicos : Sócrates, Platón y Aristóteles, hasta finales de la dominación del imperio macedonio a finales de la era pre-cristiana.
En el primer momento tenemos una mirada del mundo y del hombre desde los dioses, de tal manera que, todo lo que ocurra en la tierra no es más que determinación de los dioses inmortales del Olimpo. El hombre, por su parte, está aquí en este mundo para cumplir el ciclo que desde antes han determinado los dioses para él. En los metarrelatos de los griegos se encuentra una posición del hombre frente al Destino, sin poder huir de él. Las Moiras, o Parcas, son las tres figuras femeninas que, entre costura y tijeras, tienen en sus manos la vida del hombre.Un ser, pues, que no puede decidir frente a la vida ni frente a la muerte, una marioneta de los dioses.
En un segundo momento, con los filósofos naturalistas, se ve al hombre como uno más de los elementos de la naturaleza o fu/sis, (Physis). Inserto en el mundo, responde, a manera de microcosmos, a las mismas condiciones en que se encuentra el gran cosmos o mundo externo. Estos no se hacen la idea de que pueda existir una creación propiamente dicha, sino que contemplan al hombre puesto ahí, en el mundo, haciendo parte de él como un elemento más de la naturaleza.
Y el tercer momento, el humanista, que inicia con Sócrates, concibe al hombre como un ser racional. Lo extraen del mundo material como el ser con una constitución más compleja y digno de cuidado y atención particulares. No es sólo un ser más de la naturaleza, es el ser que puede pararse frente a ella, contemplarla y pensarla; asimismo, puede mirar hacia sí mismo y pensarse como sujeto que piensa y se piensa. Es precisamente aquí, como vamos a ver, donde aparecen los primeros esbozos del hombre como sujeto de derechos naturales, racionalmente establecibles.
Continuara!!!!.
Final!.
No es difícil percibir, pues, que los griegos, con su espíritu analítico y racional, comienzan también a analizar al hombre, es decir, a mirarlo como un todo y también desde cada una de sus partes. Si bien para los semitas el hombre era visto de manera integral y tal idea no se pierde para los griegos, desde el punto de vista investigativo sí se hacen ciertas escisiones que dan cuenta de sus dimensiones y características, así : yice (Psigé) = alma, sa,rx (Sárks) = carne, pneu´¨¨¨/ma (Pneuma) = espíritu, sw/ma (Soma) = cuerpo. A partir de aquí es perfectamente perceptible también la múltiple dimensionalidad del hombre, lo cual no implica necesariamente división interna, sino meramente analítica; esto es lo que Aristóteles indicó, cuando habló del a/ntropos, Que se interpreta hoy como Rostro de varón, y lo determinó como un género : Hombre, y una especie concreta : Pensante. Esta ha sido precisamente la herencia griega, el interés por el análisis, la racionalización, la conceptualización.
Y por ultimo y no por ello menos trascendente!...
En la cultura latina, el hombre tiene varias formas de ser visto. La etimología de la palabra que identifica al ser humano, proviene de la voz homo, la cual nos remite a humus, que significa tierra, barro, de tal manera que hombre es el nacido de la tierra. Así la conjunción de la palabra Ser y la palabra humano, dan cuenta del hombre completo, retomando a Aristóteles, según la tradición tomista, el Homo Sapiens.
Se puede notar, además, cómo precisamente la concepción de los mitos, ya sea hebreo, ya sea griegos, acerca del origen del hombre, se vuelven transversales en las demás concepciones, no por ser originarias de allí o de allá, sino porque es precisamente el mito el que retrata las características más profundas y significativas del ser humano y del mundo. Además, reaparecen aquí, en la cultura medieval, precisamente por la influencia del cristianismo, nacido a su vez en el seno del judaísmo, por lo cual trae implícito, entre otros detalles, el concepto de ser humano.
Así completamos, pues, el panorama.
Dicho esto, estimado compañero me parece que por primera vez y sin que sirva de precedente, te voy a reprochar la limitación en el uso de la palabra "hombre".
Un beso! de un "hombre" que te aprecia y te quiere como "ser humano".
Victor...poder Salesiano!.
... pues otro beso para tí, oh salesian brother, que diría Don Paco lustros ha: como hombre lato senso, de hombre a hombre, reaccionario senso, y entre hombres, que también agrada. Sin palabras me ha dejado tu exégesis, y me sirve para poner de manifiesto lo que aventuraba comments ha: la pobreza de toda reducción interesada.
Me encantan tus "latinajos" y he aquí que encontramos otra conexión entre ambos: ampliando info..."lato sensu" o "en sentido amplio" su forma abreviada es s.l., teniendo los mismos usos que s.a. o s.ampl "sensu aplo" ¿será de aquí de donde provengan los términos mercantiles?..supongo que no!, percibo que no!, sé que no!..Ahí te dejo eso! a ver si llegamos a su orígen etimológico.
Un abrazo fuerte.
Por favor! un Post dedicado a la "memoria" de Willy Toledo...a ver si "descansa en paz" el angelito...
Ahí tengo mucho que aportar...tengo bastante familia en cuba y te podría contar!!!!!.
v.c. esa totilla de patata de mi "santa madre".
"De esos hombres, quedan:
no muchos, pero quedan."
No, no quedan... no queda ni uno. Incluso me cuestiono si alguna vez ha habido. Y si lo ha habido, seguro que era gay.
No obstante, es un sueño perfecto lo que escribes, pero no es real, por mucho que te empeñes.
Besos
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