jueves, 2 de septiembre de 2010

Solo lo evanescente pervive

... Y con lo aparentemente evanescente, quienes se dedican a que no desaparezca, repitiéndolo una y otra vez. En el Templo del Cielo, en el Palacio de verano, en Beihai, en cada remansos libre de los hutong... En cada pequeño espacio de paz se podía encontrar, no sin mucho esfuerzo, a pekineses de edad avanzada escribiendo caracteres en el suelo con agua. Frases y expresiones que eran borradas por el sol de justicia mucho antes de ser acabadas. Y pensé en estos señores, que se despiertan día a día para hacer una labor que nunca acaba porque, en cuanto se empieza, desaparece. Y pensé en la perspectiva de despertarte el resto de tu vida con la conciencia de que nunca podrías acabar ni una frase, ni un pensamiento, o dejar algo que perviviera. Pensé un poco más, y recordé: recordé la parte de los ángeles, esa porción de alcohol que siempre se evapora en todo proceso de fermentación y que es considerada el diezmo que se lleva Dios. Y recordé que no puedo dejar de recordar a cada uno de estos señores que no deja de pintar. Y pensé en que la eternidad es aquello que no tiene principio ni fin. Y entonces, lo vi. Porque si cada cosa que comienzas es borrada por el sol, los principios -cada principio- dejan de existir. Y como has de seguir para que tu obra no muera por completo, tampoco hay fin para esa actividad, con lo que cada autor hace obras eternas y es, a su vez, eterno: porque cada principio, desapareciendo, deja de existir, y no puede haber finales sin principio. Con lo que sólo aquello que desaparece puede seguir vivo. Porque no sólo los angeles se llevan su porción, sino que la eternidad, a cambio, aparece en cada caracter, en cada proceso de creación y continuación. Y eso, señores, es el verdadero eterno retorno.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

... y este aspecto consolador del eterno retorno, que inductivamente desgranas "Creador-de", tiene como aspecto dramático, la inutilidad de todo esfuerzo humano por superar las limitaciones, ya que todo lo pasado retornará continua y eternamente.

Anónimo dijo...

P.S.- Ay! se me olvidó: el post es brillante " Creador-de", me encantó.

Dani dijo...

Gran post Luis, Plas plas plas.

La verdad es que eso debería ser la filosofía, ver en los chinos que escriben en el suelo Hanzi la doctrina del eterno retorno nietzscheana.

Yo por mi parte, como buen vitalista, no puedo estar mas en desacuerdo con "anónimo".
Había escrito un tochazo, pero para no aburrir lo resumo...para mi el eterno retorno no convierte nuestros actos en inútiles y fútiles sino todo lo contrario, los convierte en heroicos y trascendentales. Como? Al invitarnos a actuar "como si" nuestros actos se fueran a repetir eternamente. Si actuáramos así, bajo ese imperativo, dejaríamos de realizar actos mediocres y comenzaríamos a realizar actos estético-trascendentales.

Me extendería más, pero es un blog no un foro... una pena. Además, soy de la opinion de que estas cosas se discuten mejor en persona con una cerveza delante ¡
Dani.

PD: Luis no querías filosofía, pues toma 2 tazas¡¡¡ jajaja.

Anónimo dijo...

Tenemos una razón para levantarnos todas las mañanas, aunque sea mirar al cielo. ¿Puede que la razón para lanzarse a la vida de estos artistas sin nombre sea la de dejar señales evanescentes que solo tienen sentido en el segundo en el que se producen?, tras el fin de cada gesto... se termina todo...¿....?. ¿Como nos sentiríamos si después de una dura jornada de trabajo cerrásemos la puerta y tras nuestras espaldas fuese desapareciendo todo el trabajo realizado?, y así día tras día. Cada día el trabajo podría ser distinto, pero al día siguiente habría desaparecido todo: ¡LOCURA!. Solo se puede mantener la cordura de una forma:
DISFRUTANDO Y SINTIENDO: cada pincelada, cada letra escrita, cada elección de color, de pincel...... y asimilando que la vida se escapa a cada segundo................................................


Bretema

Anónimo dijo...

Tenemos una razón para levantarnos todas las mañanas, aunque sea mirar al cielo. ¿Puede que la razón para lanzarse a la vida de estos artistas sin nombre sea la de dejar señales evanescentes que solo tienen sentido en el segundo en el que se producen?, tras el fin de cada gesto... se termina todo...¿....?. ¿Como nos sentiríamos si después de una dura jornada de trabajo cerrásemos la puerta y tras nuestras espaldas fuese desapareciendo todo el trabajo realizado?, y así día tras día. Cada día el trabajo podría ser distinto, pero al día siguiente habría desaparecido todo: ¡LOCURA!. Solo se puede mantener la cordura de una forma:
DISFRUTANDO Y SINTIENDO: cada pincelada, cada letra escrita, cada elección de color, de pincel...... y asimilando que la vida se escapa a cada segundo................................................


Bretema

Anónimo dijo...

dios mio, chicos, todo esto es muy profundo. Yo, simple de mi, hubiera solo admirado la belleza del momento, las letras borrándose con el sol, o simplemente esas pinceladas de agua... y sentido uno de esos instantes unicos que te enseñan que estas vivo y que merece la pena. Para mi, eso es la belleza del momento, empaparte de ello y dejar que te lleve, que te lleve donde quiera...sin tener que pensar ni relacionarlo con ningún otro momento ni cosa...porque es suficientemente bello por si mismo. C´est tout

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