domingo, 10 de junio de 2007

de territorios prohibidos

No hay territorios prohibidos, del mismo modo que no hay lugares prohibidos, sino gente que prohibe. Y depende de quién prohiba, o se aplasta a los opresores, o se acata a quienes nos razonan los porqués, pues a veces sí somos ciegos, y a veces nos lanzamos contra los alambres de espino sólo para que nos maten los nuestros. Y las imposiciones sin más, o seguidas de son por tus bienes no hacen sino llamar a la insurrección que surge de la sencilla reflexión sobre un sólo por qué: por qué se me prohibe algo? Ningún territorio nació nunca vedado, ni siquiera el árbol del bien y del mal. Somos nosotros los que vedamos, los que nos vedamos y, así, o nos limitamos a nosotros mismos o impedimos a los demás avanzar. No es una cuestión de prohibir accesos, sino de reflexionar sobre por qué tenemos que levantar vallados, y sobre para qué los levantamos, pues a veces no prohibimos entrar, ni salir, a los demás. A veces, nos prohibimos salir, o entrar, a nosotros mismos.

2 comentarios:

Quim dijo...

¿El arbol del bien y del mal no nació vedado? Hmm, lo dices porque reivindicas el libre arbitrio del ser humano (incluso si ello implica desobedecer un mandato divino) y/o pretendes con tu post promover una nueva secta herética? Lo digo porque observo claras similitudes entre la filosofía que exhuma tu blog y ciertos manifiestos que circulan por ahí. Como muestra, un botón:

http://www.feastofhateandfear.com/archives/sla.html

http://contenderministries.org/humanism/manifesto1.php

http://www.realismoestetico.org/que-es-realismo-estetico.html

Vigila que Rouco Varela no se entere … ;P

demagophobe dijo...

Gracias por los blogs, querido Juan. Si Dios creó la capacidad para reflexionar constructivamente y evolucionar en madurez, tanto individual como colectiva, las reflexiones al respecto, las reflexiones sobre la propia reflexión y, por ende, las creencias de cada uno -pues todos hemos de creer en algo, sea Dios, el comunismo, la anarquía o las recalificaciones urbanísticas-, son igualmente legítimas. Un abrazo.