miércoles, 18 de julio de 2007

La insoportable levedad del ser

Mi última lectura del libro fetiche de Kundera, unido a mis últimas -y desgraciadas- experiencias en el campo del bello sexo, me han hecho recordar por qué dejé de estar con alguien a quien, si bien amé hasta la saciedad, no me quedó más remedio que dejar: nadie es perfecto. Todos nos equivocamos todos los minutos de todos los días, y cuando hay amor, todo -y digo todo, por mucho que me duela reconocerlo- se perdona. Sólo hay una cosa que no es que no se pueda perdonar, sino que hace imposible todo sueño de convivencia, y es el hecho de estar con alguien que encuentra siempre una razón, una justificación, para cualquier cosa. Si se hace algo bien, algo correcto, lo lógico es mantener el criterio y la pauta de actuación, sin achantarnos. Si se hace algo mal, se asumen las consecuencias, se pide perdón -que siempre se concede- y se hace el propósito de que no volverá a ocurrir. Pero hay un número muy pequeño de personas que, enfrentados con la maldad, la crueldad o la inmoralidad de sus actos, se dedica a buscar -y encontrar- una razón, siempre lógica, que contraesgrimir ante lo que ellos consideran un ataque. A la mierda, que diría el gran Fernán Gómez. Si se actúa bien, se sigue; si se yerra, se pide perdón y se corrije el rumbo o se asumen las consecuencias, pero intentar sentar al otro en una silla para explicarle el por qué se ha actuado mal... es como si yo cojo a mi querido PIB, le eviscero de una potente y certera patada y, antes del inevitable Shock traumático que acabará con su vida, le explico: "mira, Pedro, si te vas a morir es porque me he puesto un poco nervioso y he retrasado mi pierna derecha de modo que, cogiendo impulso, la he proyectado con toda la fuerza de que soy capaz, de modo que, habiendo impactado con tus gónadas y el bajo vientre, se ha producido un derrame interno de insoportable dolor que, en breve, va a acabar con tu vida". Por favor, pégenme la patada e insúltenme o pídanme perdón diciéndome que ha sido un arrebato de cólera, pero por favor, por favor, no intenten hacerme entender y aceptar lo que ha pasado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya me explicarás (o no) la conexión de la novela con eso que planteas....