miércoles, 11 de julio de 2007

Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny


Fui a verla ayer, y no decepcionó. Esta obra, que hasta las representaciones de Darmstadt de 1957 no encontró la acogida merecida, ha sido usada por Mario Gas como excusa para acometer la conquista del proyecto arquitectónico/artístico/ escénico de las antiguas naves del matadero (Paseo de la Chopera 14, metro Legazpi): bien restauradas y bein resueltas, aunque a ver si algún día alguien supera el Corrosión-tensión, por mucho que las puertas del apartamento de quien suscribe hayan sido encargadas en dicho material, merced a los materiales y líquidos conseguidos por mi querida María Jesús. La sonoridad no es la mejor, y es una obra diseñada y concebida para un recinto más grande, pero se disfruta de la cercanía con escenario y actores. Brecht en estado puro con las canciones que, cantadas por Ute Lemper, hicieron que siempre que esa beldad viene a Madrid, vuestro seguro servidor intente primera fila para sus recitales (por si algún día soy yo el afortunado con quien tontea en su show-cabaret). En suma: obra que vale la pena, aunque ya sabeis lo que vais a encontrar en un producto de Brecht: moralidad alemana y, por ende, bastante contraída a espacios geométricos, y el intento de crear obras-denuncia globales que, a veces, se convierten en cajones de ropa apelotonada. Constantino Romero giganet, como siempre, e los papeles de Jenny y Jimmy, impresionantes y desgarrados. Consejos: prepararse para tres horas con descanso y, en el intermezzo, salir escopetados a por los botellines y los bocatas (2 euros y muy bien hechos)... Ah, el folleto, una perlita de diseño que vale la pena conservar, como buen fetichista

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Casualidades (¿o no?) de la vida, hace un minuto me acaban de recomendar esta obra. Así que tendré que verla, digo yo, aunque sea para dejar mi opinión sobre la misma en este blog.
saludos. martaté.

Anónimo dijo...

Yo casi que iría directamente al "intermezzo"...

demagophobe dijo...

O bien puedes ir diractamente a tomarte una olla de alubias en el Mes�n de Prado, mi querido Bardal.

Anónimo dijo...

Yo fui a verla, pero antes tuve que andar 25 minutos con un esguince (una indicación poco afortunada que seguí), lo que me terminó de matar, y ahora estoy de baja.....

La obra me gustó, eso sí!

La mujer de los pies en la arena -ahora, un pie y medio para ser excatos ;-) -

demagophobe dijo...

Si es que, hay que ver lo que hace un consejo inexacto -que no incierto-, pero me consta que llegaste y disfrutaste de la obra.

martaté dijo...

Entre "intermezzos" con ollas de alubias aconsejadas inexactamente y doradas por la arena de tus pies que me constan y disfrutan, ya no sé, sinceramente, si tengo que ir o no ir ...